El marco normativo en México establece que los recursos que dispongan los Estados se administrarán en línea con los principios de eficiencia, eficacia, economía, transparencia y honradez, para lograr los objetivos a los que estén destinados año con año en sus presupuestos de egresos, así como en los planes y programas. El objetivo central es el de racionalizar el uso de los recursos públicos, particularmente los destinados a gasto administrativo, con el propósito de reorientarlos hacia programas o proyectos prioritarios.
Sin embargo, a pesar de los discursos y de las buenas intenciones de los gobiernos estatales, éstos no necesariamente gastan como dicen que van a gastar. La falta de candados legales que limiten las modificaciones o adecuaciones presupuestarias, aunado a la falta de contrapesos por parte de los congresos locales en el ejercicio de los recursos públicos, permite que los gobiernos estatales gasten de forma muy distinta a lo que inicialmente les fue aprobado por las legislaturas.
El análisis agregado permite identificar y exhibir deficiencias generalizadas en cuanto al manejo de los recursos públicos asignados al gasto de los Estados en los últimos años.
Para analizar lo que está sucediendo nos apoyaremos en el Informe Estatal del Ejercicio del Gasto (IEEG) 2020 que analiza las principales partidas y variaciones del gasto público de los 32 poderes ejecutivos estatales, y para el estado de Sonora incluimos los presupuestos de egresos del periodo 2017 -2020.
Para ello es necesario señalar que el gasto administrativo o burocrático se refiere a todas aquellas asignaciones de recursos destinadas a la compra de bienes y servicios necesarios para ejecutar las funciones de gobierno de manera satisfactoria. Así, el gasto burocrático incluye el pago de sueldos y salarios, honorarios y prestaciones del personal al servicio del Poder Ejecutivo del estado; la compra de insumos y suministros como artículos de oficina, materiales de limpieza, alimentos y utensilios, medicinas, suministros médicos, uniformes, gasolina y diesel; además, el pago de servicios básicos (agua, luz, gas, internet, telefonía fija y celular, etc.), servicios profesionales, viáticos, publicidad oficial, ceremonias oficiales, entre otros.
Una de las premisas centrales de la administración pública es que la mala planeación presupuestal se traduce en incrementos injustificados del gasto administrativo. Los presupuestos de egresos son una mera formalidad, ya que la mayoría de los gobiernos estatales gastan montos distintos a los aprobados. Así, por ejemplo, entre 2015 y 2019 el gasto administrativo de los poderes ejecutivos estatales aumentó 8.7% en términos reales, al pasar de 531 mil 918 mdp a 687 mil 670 mdp. Es de destacar que el crecimiento del gasto administrativo en 26 Estados fue superior al observado para el Poder Ejecutivo Federal en ese mismo periodo. De esas entidades sobresale el caso de Baja California Sur, que presentó el mayor crecimiento de su gasto burocrático en el periodo analizado, con un 34%.
Sin duda el costo de oportunidad de distraer recursos de rubros que contribuyen a incrementar el desarrollo económico y social tiene afectaciones para todos.
Sonora
Bajo este contexto es importante abordar lo que sucedió en el estado de Sonora tanto en términos de planeación presupuestal, como en el gasto burocrático en el período 2017-2020.
En una primera parte se analizará el presupuesto asignado y el recurso ejercido, para con ello tener una medida de la eficiencia en el proceso de planeación de los recursos públicos; en la segunda parte se abordará el gasto burocrático. En este último se puede identificar el gasto burocrático directo y el gasto burocrático indirecto, que es más difícil de cuantificar; sin embargo, este último puede oscilar entre el 30% y 50 % del gasto burocrático directo, lo que significa un incremento importante en ese gasto, y dejar por fuera programas y proyectos productivos esenciales para el desarrollo social del estado.
Planeación presupuestal
En la siguiente gráfica se puede observar la evolución del recurso presupuestado y el ejercido en el estado de Sonora. En 2017 el recurso presupuestado ascendió a 56 mil 451 millones de pesos, sin embargo, el ejercido fue de 66 mil millones de pesos, cifra que representa un incremento de 9 mil 846 millones de pesos, y una variación muy alta en términos porcentuales: el 17.44%.
2018 es un año atípico ya que el recurso propuesto fue de 64 mil 017 millones y el ejercido fue de 90 mil 401 millones, lo que representó una diferencia de 26 mil 384 millones entre lo presupuestado y lo ejercido. Sin embargo, hay que recordar que en eso año se reestructuró la deuda y esto se refleja en esa diferencia.
2019 fue el año en el que el recurso ejercido se acercó más al recurso presupuestado de 68 mil 401 millones, pues la variación que se registró fue menor a 100 mil pesos. Podemos afirmar que 2019 ha sido el año mejor planeado de la administración de Claudia Pavlovich.
En el año 2020 el recurso presupuestado fue de 70 mil 296 millones y el ejercido ascendió a 72 mil 386 millones, lo que arroja una diferencia de mil 936 millones de pesos, y que representa una variación del 2.7%.
Gasto burocrático
El gasto burocrático se obtiene de la suma de los Servicios Personales (mil), los Materiales y Suministro (dos mil) y Servicios Generales (tres mil), y como se puede ver en la siguiente tabla, el gasto burocrático oscila entre los 9 mil 600 millones y 10 mil 392 millones de pesos. El rubro que tiene mayor peso es el de Servicios Personales (86%), que se destina al pago de sueldos y honorarios, siguen los Servicios Generales (13 %) que se destina al pago de publicidad, servicios profesionales y los materiales, incluido en este último servicio el pago de gasolina.
Otra forma de analizar el gasto es relacionar el gasto burocrático con el recurso presupuestado; así tendríamos que en el 2017 la proporción fue de 18.35%, del 15 % para el año 2018, del 14.20 % para el 2019, y del 14.67 %para el 2020. La conclusión obvia es que una parte importante de los recursos, entre el 14% y 18%, se destinan al gasto burocrático; sin embargo, hay otro gasto burocrático que está en la partida Transferencias, Asignaciones, Subsidios y otras ayudas (cuatro mil).
La hipótesis planteada en este trabajo es que en la partida de Transferencias hay entre el 30% y 50 % del gasto burocrático indirecto, por lo que es muy probable que el gasto burocrático sea realmente alrededor de 13 mil millones en la estimación más baja, y de 15 mil millones de pesos en la estimación más alta. Sin duda comprobar la hipótesis será una labor titánica, ya que existen miles de cuentas en programas y proyectos; sin embargo, vale la pena realizar el esfuerzo para conocer con precisión el excesivo gasto burocrático del gobierno estatal.
Con ello podemos concluir que ha sido la mala planeación de los presupuestos y el excesivo gasto burocrático, y no las necesidades más apremiantes de la sociedad sonorense, lo que ha caracterizado al actual gobierno estatal priista de Claudia Pavlovich, y como las elecciones son en su esencia una rendición de cuentas vertical-electoral, seguramente los electores se lo cobrarán el próximo 6 de junio.
Sin duda la llegada de un nuevo gobierno comprometido con las causas sociales y con el combate a la corrupción, un gobierno diferente a los gobiernos anteriores y al actual, permitirá canalizar esos recursos a la inversión en infraestructura, en apoyos a programas sociales, a la construcción de un programa transversal e integral que aborde la seguridad ciudadana y los derechos humanos, así como otros proyectos soportados y orientados en la economía social.
Dr. Carlos Germán Palafox Moyers
Docente e investigador del Departamento de Economía de la Universidad de Sonora y Presidente del Observatorio Ciudadano de Seguridad y Convivencia del Estado de Sonora.