La música y la medicina sanan a las personas de distintas maneras. En el primer caso las notas de blues purifican el alma y en el segundo se salvan vidas. Son disciplinas socialmente contrapuestas, pero para Sergio Muñoz Andrade significan dualidad.

El médico originario de Ciudad de México fue adoptado por Esqueda, Sonora hace alrededor de 22 años, cuando se mudó desde la capital del país a esta localidad para hacer su servicio social en el Instituto Mexicano del Seguro Social.
Sin embargo, el médico y músico desde el 2007 radica en Ciudad Obregón y durante la pandemia comenzó a atender pacientes con coronavirus en la Unidad de Medicina Familiar del IMSS, una experiencia que ha puesto a prueba su espiritualidad pues sabe que en cualquier momento pudiera infectarse de covid.

“Estar en la primera línea es algo estresante, pero como médico y por la convicción y amor a la carrera, es padre ayudar a los demás y más si se ve en riesgo su vida, lo más bonito es ayudar al semejante.
Sí te estresas como cualquier ser humano porque nosotros como médicos sabemos en qué podemos parar, si nos llegamos a contagiar, las complicaciones que existen y el sufrimiento que padecen los pacientes cuando se complican, como cualquier ser humano tenemos miedo, pero tenemos que ir a la guerra como los militares, llevan estrés, miedo pero es su función en la tierra”, detalló el músico de 46 años de edad.
En su trabajo como médico ha pasado de todo, desde a diario valorar de 15 a 20 pacientes con posible coronavirus, hasta verlos toser, estornudar e inclusive vomitar, pero es un alto riesgo que corre sin arrepentirse, pues para Sergio Muñoz Andrade salvar vidas es un privilegio que tiene al ser profesional de la salud.
La música y la medicina
Aparte de haber estudiado la carrera de Médico Cirujano en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Sergio es baterista en la Banda Obregon Blues, una legendaria agrupación que combina blues, jazz y rock, siempre enalteciendo a Ciudad Obregón a través de estos estilos musicales.
“Desde la adolescencia me gustaba mucho la batería pero nunca la toque hasta que terminé la especialidad en Medicina Familiar que fue en el 2007 y con el primer cheque que recibí me compré la batería, era mi sueño tocar batería. Entonces aprendí solo, fui autodidacta.
Después como a los 2 años me metí a un curso de batería donde me enseñaban a cómo leer las partituras y también me enseñaban mucho ritmos. Estuve 6 meses nada más y de ahí yo solo con la prácticas, tenía amigos músicos y formamos un grupo que empezamos a tocar. En el 2011 fundé una banda de blues, jazz y rock que se llama Obregon Blues que es la única en Sonora de ese estilo”, abundó.

Con su banda ha viajado por partes del mundo, en 2017 fue a Argentina y en 2020 tenía planeado visitar este mismo país al igual que Brasil y Ecuador pero la pandemia por covid-19 se lo impidió.
A pesar de eso Sergio no desistió y formó parte de los organizadores del Primer Festival Internacional de Blues Obregón Sonora Fest 2021, evento virtual realizado del 10 al 13 de febrero pasado, en el que participaron grupos de rock y blues de 14 países de América, Europa y Asia.
Para el médico de 46 años de edad la Música es un complemento de la medicina, disciplinas que logró concretar en su vida personal y profesional gracias al amor, esfuerzo y dedicación que desde chico tuvo por ambas.
“Para mi la música… qué te diré, no lo es todo, pero es parte de mi vida, es con algo que siempre decía ser, fue una de mis metas ser músico y lo logré, otra meta fue que quería ser médico y lo logré, siempre he trazado metas en mi vida y tratos en mi vida y esas metas que he tenido las he cumplido, el ser músico, viajar, disfrutar lo que hago tanto en mi trabajo como médico como en el escenario”, finalizó Sergio Muñoz Andrade.