Columna Vitamina espiritual
Dónde hay muchos derechos y pocas obligaciones es donde se forjan los perdedores. Los hogares donde no hay reglas ni responsabilidades son la cuna para los holgazanes.
La escuela de los malcriados y los mal agradecidos, son las familias con ausencia de autoridad para hacer valer un trabajo de equipo constante. Mal interpretamos el amor y creemos que solamente amar significar dar, pero dar sin educar provoca dependencia.
Entre más responsabilidades tenemos más habilidad vamos construyendo, con logros pequeños como: Tender nuestra cama, lavar nuestro plato, sacar la basura o alimentar al gato, se convierten en el entrenamiento para cargos mayores. Es un error delegar mi responsabilidad de formar al instituto escolar o al ministro espiritual, “gracias y por favor” es la materia que más está reprobando nuestra generación, los padres y madres de familia debemos de saber que:
“El amor sin disciplina sale muy caro y la disciplina sin amor deja heridas en el corazón”
Hasta los jugadores más talentosos le tienen que hacer caso a su entrenador porque la obediencia es una obligación para el campeón.
Si le permites llegar tarde a tu hijo a los 13, a beber a los 14, a los 15 no llega a dormir y te quedaste como un espectador, si no hiciste nada cuando empezó consumir drogas legales después no te asustes cuando utilice drogas ilegales.
Educar una persona en la mente pero no en lo moral es educar una amenaza para la sociedad. Theodore Rooselvelt.
Anomia es la ausencia de reglas. Donde no hay autoridad no hay dirección. Mi lugar como padre no es discipular a un fraile o proyectar un paladín, preparar un futuro empresario o pulir al artista, porque mis hijos serán lo que deseen ser, pero es mi deber mostrarles como SER.
“Somos los que nos enseñaron a ser”
“Educa al niño de en su camino y aun cuando esté fuera viejo no se apartará de el. “
Proverbios 22:6
Por Tato Balderrama