Ciudad de México, 27 de enero (RT).- La zona de exclusión de Chernóbil, oficialmente deshabitada después de la explosión en la central nuclear en 1986, sigue aportando información a los biólogos.
Los empleados de la Reserva de Radiación y Biosfera Ecológica de Chernóbil observaron que el ganado vacuno abandonado se ha organizado en una manada y presenta un comportamiento muy distinto al que se puede observar en los animales domésticos.
-Anuncio-Tras examinar la vida de un conjunto de vacas salvajes durante tres años, los biólogos que trabajan en la zona notaron que los animales comenzaron a comportarse de manera similar a animales salvajes: se unieron en un grupo organizado, mantienen una estricta jerarquía y se han adaptado perfectamente a la condiciones climáticas del área, según la cuenta oficial de comunidad de empleados de la Reserva en Facebook.
Así, los terneros de la vacada se mantienen entre un toro adulto y las hembras, en la zona más segura del grupo. Su protección es una prioridad para todos los animales. El toro principal, el más viejo y fuerte, no expulsa a los machos jóvenes, sino que los mantiene en grupo para protegerlos de los depredadores, siempre y cuando no disputen su liderazgo.
Al evaluar la condición del ganado, los expertos también notaron que los animales jóvenes muestran una buena adaptación al frío.
-Anuncio-Las observaciones han permitido a los científicos sacar conclusiones sobre el papel en el ecosistema y los hábitos de sus antepasados: los uros euroasiáticos (Bos primigenius, o Bos taurus primigenius).
A juzgar por la manada salvaje de Chernóbil, los uros euroasiáticos, extintos en el siglo XVII, eran sociables e intelectualmente desarrollados. Vivían principalmente en bosques y muy raramente era presa de depredadores como los lobos, sin embargo fueron víctimas de caza, una de las causas de su extinción junto con el retroceso de los bosques.