-Anuncio-
miércoles, enero 15, 2025

Pensar adrede en la era digital

Noticias México

‘El Mayo’ Zambada tendrá audiencia en Nueva York, acusado de 17 cargos, mientras ‘Los Chapitos’ buscan acuerdo

El líder del Cartel de Sinaloa, Ismael 'El Mayo' Zambada, tendrá el día de mañana su audiencia en el...

Desde México, llega ‘Penta Zero Miedo’ a la WWE; de empleado en Central de Abastos a luchador profesional

La noche del lunes 13 de enero, durante la segunda emisión de Monday Night RAW en Netflix, llegó un...

Sheinbaum pide no prejuzgar y que se investigue si migrante mexicano fue causante de incendios en Los Ángeles

Recientemente se dio a conocer que autoridades de Estados Unidos detuvieron a un migrante mexicano que vive en situación...
-Anuncio-

Ya se ha convertido en una especie de lugar común decir que “vivimos en la era digital”. O, incluso, que la pandemia vino a acelerar un proceso de automatización que incluye el ciberespacio. Hay algo de razón en el asunto, en especial cuando el espacio de la intimidad – pensemos no sólo en nuestra casa sino en todos los espacios que disociábamos del valor del trabajo – se ha convertido de pronto en el anclaje de la realidad que es sólo accesible a través de la máquina. Esto también se ha vuelto muy obvio con la educación a distancia, con todas sus posibilidades, pero sobre todo con sus limitaciones.

De entrada, lo que me gustaría discutir hoy es que me parece que la pregunta necesaria en estos momentos no es qué es lo que hacemos en la red, ni tampoco cómo nos hemos adaptado a las redes y a vivir atados a la máquina. Todo lo contrario. La pregunta correcta, la más exacta, es: ¿Qué es lo que las redes y el Internet nos han hecho a nosotros?

Pareciera que estamos ante entidades sin nombre y sin dueño, sin un fin propio y sin agenda. Una de las cosas que mejor han logrado los grandes proveedores de espacios digitales es enmascarar de forma increíblemente eficiente su función de fondo. Esto es, aparentan ser un mundo homogéneo y democrático cuando, es cuestión de pensarlo un poco solamente, la agenda es clarísima. Nada de lo que hacemos o dejamos de hacer en el ciberespacio es inocente. El sistema está hecho a fin de cuentas para generar el mayor número de ganancias económicas posibles.

Los acontecimientos de las últimas semanas, sobre todo en Estados Unidos, pero también el manejo de información de “boca en boca” en México sobre la pandemia y sus consecuencias, tendrían que ponernos a pensar seriamente. ¿Cómo alguien en su sano juicio puede llegar a dejar de discernir la diferencia entre la realidad y la ficción a través (o gracias a) Internet?

Propongo brevemente dos explicaciones. La primera se trata de un fracaso rotundo de la forma en la educamos y somos educados. Por tantísimos años hemos pensado, incluso cuando pedagogos de todas las latitudes del planeta han propuesto modelos distintos por muchas décadas, que la escuela sirve para aprender contenidos. Los aprendizajes colaterales son, pues, meras consecuencias de la experiencia educativa, no el centro. Ahí mismo está el fracaso. Como profesor, no me interesa creer que la función principal de la escuela es transmitir y recibir información, en especial cuando su curaduría es imposible cuando la oferta es infinita. Mejor, la escuela sirve para aprender a pensar, sin caer en idealismos. Aprender a pensar adrede.

La segunda es que somos cautivos a las ansiedades naturales de un mundo inmensamente complejo. Ante esta complejidad, el recurso más sencillo para tratar de comprender el estado de las cosas y darle sentido a nuestra pequeñísima existencia es la fabricación de una narrativa que simplifique el universo entero. Nuestras propias invenciones, los algoritmos y la vasta cantidad de ojos que ponemos sobre el ciberespacio han explotado esa necesidad.

Somos víctimas de nuestro Frankenstein más refinado, la última creación monstruosa y bella a la vez. Las redes son, entonces, lo que reproducen a la velocidad de la luz los discursos que queremos seguir escuchando, las burbujas que nos convienen, las que nos hacen sentir cómodos. La realidad de nuestros días es que no queremos explicar el mundo de otra manera. Al revés, queremos deconstruir las explicaciones que no podemos llegar a entender del todo.

-Anuncio-
-Anuncio-

Más Noticias

Cuba libera 553 prisioneros tras ser retirado de lista de países terroristas

El gobierno cubano informó este martes que procedió con la liberación de 553 personas 'sancionadas por delitos diversos', tras...

¿Qué es RedNote? La app que recibió más de 50 mil usuarios tras anuncio de cierre de TikTok en EEUU

Nuevos usuarios se han volcado a la aplicación china de redes sociales RedNote días antes de que entre en vigor una...

‘El Mayo’ Zambada tendrá audiencia en Nueva York, acusado de 17 cargos, mientras ‘Los Chapitos’ buscan acuerdo

El líder del Cartel de Sinaloa, Ismael 'El Mayo' Zambada, tendrá el día de mañana su audiencia en el...

Retira Biden a Cuba de lista de países que promueven el terrorismo

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, retiró a Cuba de la lista de países que promueven el terrorismo, a menos de una semana de ser relevado por Donald Trump,...

Autoridades en Corea rodean residencia del expresidente Yoon Suk Yeol para arrestarlo

Este martes, autoridades surcoreanas que investigan al destituido presidente Yook Suk Yeol rodearon su residencia oficial ubicada en Seúl,...
-Anuncio-