Norberto Barraza parece ser lo que en la jerga cotidiana se denomina buena persona, sencilla, honesta, trabajadora; todos estos atributos lo han vuelto popular y atractivo a los partidos políticos, independientemente de la visión política del señor Barraza: si es de derechas o de izquierdas o si comulga o no con los principios ideológicos sean del PAN, del PRI o de Morena.
Lo cierto es que la visión del servicio público que trasluce Barraza en su paso como funcionario público en el ayuntamiento de Hermosillo es muy elemental y en ello radica quizá el carácter cautivador que algunos analistas políticos le atribuyen reiteradamente: atender personalmente los reportes ciudadanos ha sido la característica más resaltada de él.
En su trayectoria política y burocrática no aparecen las grandes ideas sobre proyectos de infraestructura urbana que modificarán el hábitat hermosillense, ni las opiniones trascendentes sobre cómo afrontar el problema número uno que aqueja a los hermosillenses que es el de la inseguridad, la prevención de la delincuencia o la provisión de agua potable; en cambio, si aparecen vinculados estrechamente a su quehacer burocrático programas como sábado tilichero, un centro de acopio de árboles navideños naturales, así como la distribución de agua potable en época de calor entre la población que no contaba con red de suministro.
Con estos soportes de experiencia de vida y profesional buscó Barraza ganar la alcaldía hermosillense en el proceso electoral del 2018 compitiendo de manera independiente, y no le fue mal, pues los datos indican que superó con holgura a partidos constituidos, con experiencia electoral y con más recursos económicos como lo son el Verde ecologista, el PT y el PRD. Sin embargo, este logro fue insuficiente para acercarse por lo menos a la cuarta posición que ocupó Movimiento Ciudadano en el que María Dolores del Río era figura central y quedó, además, muy lejos de los primeros tres lugares: Morena, PRI y PAN.
¿Es, entonces, Barraza un candidato fuerte, competitivo o es uno más de la “chiquillada”? ¿Es la prueba de que un candidato popular, sin partido, sí puede ganar el ayuntamiento de Hermosillo luchando independiente, al margen de las organizaciones partidistas, o, por lo contrario, corrobora la tesis de que para ganar Hermosillo se requiere del apoyo en infraestructura, recursos humanos y materiales, que le puedan proveer los partidos políticos ya constituidos?
Dejando a un lado el análisis de Barraza, y entrando a la observación de María Dolores del Río, Coordinadora de la campaña de Durazo, cabe destacar los siguientes puntos:
Primero. La renuncia de María Dolores al partido Movimiento Ciudadano puede ser vista en parte como la estrategia que Alfonso Durazo y la misma María Dolores ponen en práctica para restar los votos que podría alcanzar Ricardo Bours como candidato a gobernador por el Movimiento Ciudadano. Sólo hay que recordar para dar fuerza a esta opinión que Movimiento Ciudadano liderado por María Dolores, en la elección municipal de Hermosillo obtuvo más de 38 mil votos, y lo colocó como la cuarta fuerza electoral en el municipio, con apenas 7 mil 400 votos menos que el PAN, partido que, en los últimos 18 años, en 15 había triunfado y gobernado la capital sonorense. También fue muy exitosa su experiencia y participación en las campañas a las diputaciones locales de las elecciones del 2018, pues coadyuvó a incrementar en sólo tres años casi 16 mil los votos de movimiento ciudadano, al pasar de 43,704 en el 2015 a 59,618 en el 2018.
Segundo. Algunos analistas políticos locales comparan el rol de María Dolores en la campaña de Durazo con el que tomó parte Tatiana Clouthier en la campaña de AMLO; quizá la comparación obedece a que ambas provienen de las filas panistas, que son mujeres exitosas, esforzadas, pero sin duda la característica más sobresaliente en ellas es que son personas que comprenden bien la función de la comunicación social y saben utilizar las redes sociales. Y este es un activo de María Dolores que ha visto crecer tras su exitoso paso por movimiento ciudadano y que hoy tendrá que poner en práctica de nuevo en las varias dimensiones que comprende la organización de una campaña electoral.
Por último, se puede conjeturar que Norberto Barraza se inclinará por una oferta de Morena para la alcaldía de Hermosillo, porque es la elección racional con mayor probabilidad de ganar, además de que su estilo sobrio y de trato directo con la gente, sobre todo, con la población marginada se ajusta más al estilo de liderazgo de López Obrador. Me parece que María Dolores, que conoce bien a Barraza, jugará un papel primordial en la decisión que tomará para lograr la tan anhelada presidencia municipal de Hermosillo.
Por otro lado, las probabilidades de Barraza para ganar la alcaldía de Hermosillo a través de la alianza PRI, PAN y PRD, sin duda disminuirían, frente a una posible reelección de Célida o en última instancia de la propia María Dolores del Río.
Psic. Dr. Sergio Oliver Burruel
Universidad de Sonora
Asociación Sonorense de Psicología Aplicada (ASPA)
paecoliver@gmail.com