Masiva, rocosa y ardiente, podría ser que TOI-561b sea la supertierra más antigua que se ha registrado hasta el día de hoy. Según un equipo de astrofísicos planetarios de la Universidad de California en Riverside, este exoplaneta es aproximadamente un 50 % más grande y tres veces más masivo que nuestro mundo.
Según sus observaciones, este cuerpo celeste completa una órbita en torno a su estrella en sólo 12 horas. Dada la cercanía que tiene con su sol, la temperatura de la superficie de este planeta es inusualmente elevada. En un día normal, puede alcanzar los mil 726 grados Celsius. Por esta razón, TOI-561b es demasiado caliente para ser el hogar de cualquier forma de vida como la conocemos.
¿Qué es un exoplaneta?
Un exoplaneta se define, sencillamente, como un planeta que está fuera de nuestro Sistema Solar. Esto quiere decir que orbita en torno a una estrella distinta al Sol, y han sido motivo de amplia investigación para la comunidad científica internacional a partir del siglo XX.
Este tipo de cuerpos celestes son muy difíciles de observar directamente con telescopios, ya que generalmente quedan ocultos bajo el resplandor de las estrellas en torno a las que describen su órbita. Por esta razón, el descubrimiento de TOI-561b ha despertado el interés de diversos astrofísicos y astrónomos, dispuestos a analizar sus condiciones de vida y su naturaleza.
¿Qué hace a TOI-561b especial?
El equipo de astrofísicos encargados de la investigación se dio cuenta de que la densidad de este exoplaneta es similar a la de la Tierra. Stephen Kane, astrofísico planetario de la Universidad de California en Riverdale, señaló lo siguiente en un comunicado:
“Esto es sorprendente, porque cabría esperar que la densidad fuera mayor. “Esto es consistente con la noción de que el planeta es extremadamente antiguo”.
La conclusión de Kane no es casual, sino que se deriva de los elementos que constituyen a la supertierra: hierro y magnesio. En el espacio exterior, estos se fabrican por medio de reacciones de fusión en el centro de estrellas masivas, y se acumulan en las galaxias con el paso del tiempo.
Cuando estas estrellas mueren, las expulsan al espacio en estallidos de supernovas. A este fenómeno astronómico está relacionado el hecho de que TOI-561b sea tan poco denso: tiene relativamente pocos elementos pesados y, por lo tanto, es muy viejo. El equipo liderado por Kane sugiere que podría tener, aproximadamente, unos 10 mil millones de años.
Mientras tanto, TOI-561b orbita todavía en una población rara de estrellas, ubicada en la región llamada “disco galáctico grueso”. El descubrimiento de esta supertierra da luz sobre el hecho de que la Vía Láctea puede haber empezado a producir planetas rocosos desde sus inicios, hace más de 14 mil millones de años.
Información tomada de www.msn.com