La Asociación Nacional del Rifle (NRA) de Estados Unidos anunció el pasado viernes que se acogerá a la ley de quiebras de Estados Unidos y suspenderá pagos, en una medida que se ha encontrado con la oposición de la Fiscal General de Nueva York.
La NRA, el principal lobby a favor de las armas en Estados Unidos, también informó que se mudará a Texas y abandonará su sede central en Nueva York.
La compañía aseguró en un comunicado que sus cuentas son “fuertes”, pese a haberse acogido a esta ley para suspender pagos y justificó la mudanza al “corrupto ambiente regulatorio y político” de la Gran Manzana.
Esta maniobra encontró el rechazo de la Fiscalía del Estado de Nueva York, que el pasado año pidió la disolución de la organización en una demanda que acusaba a los directivos de la misma de haber desviado fondos para uso personal por un valor total de 64 millones de dólares.
La fiscal general de Nueva York, Letitia James, aseguró en un comunicado que no permitirá que la organización “use esta o cualquier otra práctica para evitar rendir cuentas“.
“Por fin el estatus financiero de la NRA se iguala a su estado moral: en quiebra“, se titula el comunicado de James.
La demanda de James pide a la Justicia disolver la NRA y que los directivos reembolsen por completo los fondos que presuntamente habían desviado, según CNBC.