Recién leía una publicación que menciona que las personas para que realicen cambios en su vida, tienen que pasar por experiencias o vivir cosas muy fuertes.
También nos encontramos con una publicación de Nicholas Christakis, investigador de la Universidad de Yale, que hace un estudio sobre lo que ha vivido la humanidad en las pos pandemias anteriores a nivel psicológico, social y económico; y habla ya de un posible desenfreno económico y sexual, al salir a festejar y gastar lo que no se hizo durante el tiempo que se mantuvo “encerrado”, algo así, como un período de liberación al final de la pandemia.
Primeramente, es muy bueno vernos en el futuro, eso fortalece nuestro sistema inmunológico, ya que quitamos “el miedo” a morir. Haciendo planes después de esto, maravilloso mantenernos vivos.
Pero algo muy importante es la enseñanza que nos pueda dejar esto que estamos viviendo, si doloroso para algunos, frustrante para otros, limitándonos a todos y obligándonos a sacar nuestros saberes, las experiencias acumuladas de sobrevivencia.
Que nos sirva esto, para que a salir seamos otros, mas conscientes, mas humanos.
Efectivamente, la ciencia reconoce ya los ciclos de la vida y volvemos a pasar una y otra vez por experiencias similares, lo que hace la diferencia en una y otra experiencia, es que ya traes algo, ya aprendiste y acumulaste defensas al respecto, defensas físicas, defensas emocionales, defensas mentales y por supuesto, se esperaría más defensas espirituales.
Así que preparémonos hoy ante la adversidad, saquemos la cabeza del torbellino y construyamos ahora, el lugar post pandemia.
¿Cómo te ves? ¿cómo quieres estar?, ¿Qué quieres tener contigo?, ¿Cómo quieres SER?
Respóndete, con la convicción de que si saldremos de esta.
Procuremos ser mejores seres humanos y que al repetirse el ciclo ocurra en una octava superior, porque aprendimos a estar con nosotros mismos, en nuestra casa (que es nuestro cuerpo), porque fuimos capaces de valorar la vida y seguir los protocolos para cuidarnos. Porque hoy somos mejores que ayer, porque hemos crecido física, emocional y mentalmente, porque hemos expandido nuestra conexión con lo Divino.
Así que: “el ruido que hay hoy, no apague nuestra voz interior”.