En casi todas las economías modernas, el gasto así como la deuda pública se convierte en arma de dos filos; el lado favorable es que si se tienen contemplados los aspectos técnicos y las condiciones económicas que requieran un endeudamiento, éste puede reactivar la economía, incrementando con ello el bienestar social, y ayudando a solventar dicho compromiso con los ingresos que generó al endeudarse; en cuanto a lo desfavorable del endeudamiento, existe el riesgo de que la decisión sea fundamentalmente política y de tipo oportunista, y en beneficio del grupo élite de poder en el Gobierno, y que por lo tanto la deuda se convierta en una bola de nieve, afectando negativamente a la región, generando con ello problemas de corto y largo plazo, impactando el bienestar social de la población, y sobre todo la pérdida de confianza de los ciudadanos en las instituciones públicas.
Desafortunadamente para el Estado de Sonora, la deuda se ha convertido en una bola de nieve afectando con ello el bienestar, presente y futuro, de la sociedad. Por ello es importante analizar el comportamiento de la deuda pública estatal al cierre del ejercicio 2019, y por otra parte reflexionar que sucedió con la deuda adquirida en el 2020 bajo una situación extrema como fue y sigue siendo la pandemia del coronavirus del covid-19.
Evolución reciente de la deuda de Sonora
Durante el periodo de 2011 a 2019, el saldo de la deuda pública del Estado de Sonora se incrementó en 15 mil 152 millones de pesos, al pasar de 14 mil 024 millones de pesos en 2011 a 29 mil 176 millones de pesos en 2019, incremento que representa el 108% respecto a 2011. Este periodo abarca el gobierno del Panista Guillermo Padrés y gran parte del de la priista Claudia Pavlovich.
Es decir, en tan solo nueve años la deuda promedio anual fue de mil 761 millones de pesos para el mismo periodo. Por otra parte, en este lapso se obtuvo en promedio mensual, por concepto de deuda, 146 millones de pesos, y si el cálculo es por día, el gobierno se endeudaba, en promedio diario, con la cantidad de 4 millones de pesos en el transcurso del periodo abordado.
Estos sencillos datos muestran la estrategia fallida de endeudamiento que tanto el gobierno actual priista, y el anterior panista, diseñaron desde el inicio de su gobierno. Si bien la deuda se incrementó en el periodo de Padrés, en el actual gobierno estatal no se implementó ningún programa para frenarla, sino todo lo contrario, pues el incremento continuó. Este mal diseño de política de endeudamiento ha llevado Sonora a ser uno de los Estados con mayor endeudamiento a nivel nacional.
En este apartado se presentan indicadores que permiten conocer el peso relativo de la deuda del Estado. Para ello, se utiliza la relación del saldo de las obligaciones financieras con indicadores macroeconómico de la entidad, como la población, el PIB estatal y los ingresos del gobierno de Sonora que permiten solventar las obligaciones financieras.
A continuación se presentan los resultados de los indicadores de Deuda Pública para el Estado y sus Entes Públicos, al cierre del ejercicio 2019, publicados por la Unidad de Coordinación con Entidades Federativas de la SHCP:
Deuda Per Cápita se obtiene dividiendo la Deuda /Población
Utilizando la información demográfica elaboradas por el Consejo Nacional de Población (CONAPO) con base en el Censo 2010, se calcula la deuda per cápita como el cociente del saldo de la deuda estatal y la población total del Estado en el 2019.
En ese indicador Sonora se encuentra en la sexta posición a nivel nacional, cifras correspondientes al primer trimestre de 2020, con una deuda por persona de 9 mil 200 pesos, cifra que está muy por encima del promedio nacional que es de 4 mil 600 pesos. Si le agregamos la deuda de mil 399 millones de pesos, que no está incluida en este análisis, seguro desplazamos a la Ciudad de México y nos ubicaríamos en quinta posición en deuda per cápita, como se puede apreciar en la siguiente gráfica:
Deuda como porcentaje de las transferencias del Ramo 28. Participaciones Federales a Entidades Federativas
Las transferencias federales que se realizan a través del Ramo 28, Participaciones Federales, constituyen uno de los componentes más relevantes de los ingresos de las entidades federativas, al representar el 48.0 por ciento del Gasto Federalizado presupuestado para el ejercicio fiscal 2020. Por entidad federativa, al periodo de referencia, aquella que presenta el mayor nivel de endeudamiento medido a través de este indicador es Nuevo León (178.4%); le siguen Chihuahua con 177.7 %, Quintana Roo con 171.0 %, Coahuila con 166.6 %, y Sonora con 109 %. Estos estados se destacan por presentar niveles en este indicador muy por encima del promedio nacional, como se puede constatar en la siguiente gráfica:
Deuda Pública/PIBE
En el ejercicio 2019, el saldo de la Deuda Pública del Estado y sus Entes Públicos respecto del PIBE, fue de 4.0%, superior al promedio nacional, que fue de 2.7%. En el 2011 el indicador era de 3.5% y en 2016 se obtuvo el indicador más alto del periodo con 5.6%.
Deuda/Participaciones:
En el ejercicio 2019, el saldo de la Deuda Pública del Estado y sus Entes Públicos representó el 123.1% de sus ingresos por participaciones superior al promedio nacional de 79.3%
Tasa de Interés Promedio Ponderada:
Al cierre del ejercicio 2019, el costo del financiamiento para el Estado y sus Entes Públicos fue de 9.2%, superior al promedio nacional de 8.7%.
Plazo de Vencimiento Promedio Ponderado:
Al cierre del ejercicio 2019, el Gobierno del Estado de Sonora y sus Entes Públicos registran un plazo promedio ponderado de 20.5 años, mayor al promedio nacional de 17.2 años.
En los seis indicadores de la deuda el Estado de Sonora está por encima del nacional, lo que refleja un mal diseño de política de endeudamiento.
Financiamiento a Corto Plazo
Para cubrir el déficit presupuestario registrado del ejercicio 2015 a 2019, el Gobierno del Estado ha realizado la contratación de créditos a corto plazo por 17, 867.3 millones de pesos.
Los recursos derivados de créditos a corto plazo contratados durante el ejercicio 2019, por 2,850 millones de pesos, fueron aplicados como sigue: 1,172.8 millones (41%) en conceptos clasificados como no presupuestales dentro de los que se encuentran pagos a ISSSTESON, Fondos de Retiro Estatal y Pensión alimenticia; 621 millones (22%) en pagos de gasto corriente capítulos 1000 “Servicios Personales”, 2000 “Materiales y Suministros” y 3000 “Servicios Generales”; 787.9 millones (28%) se aplicaron en transferencias realizadas a entes públicos estatales; 223 millones (8%) se aplicaron en pagos de servicio de la deuda, y el resto, 45.3 millones (2%), se aplicaron en los capítulos 5000 “Bienes Muebles, Inmuebles e Intangibles”, 6000 “Inversión Pública” y 8000 “Participaciones y Aportaciones”.
Y los mil 300 millones de pesos de la deuda 2020 ¿Dónde quedaron?
El año pasado se autorizó al Estado, por conducto del Poder Ejecutivo y a través de la Secretaría de Hacienda, contratar financiamientos por un monto de hasta $1,300,000,000.00 (Mil trescientos millones de pesos 00/100 M.N.). El Poder legislativo aprobó dicho monto para que se destinara a obras e inversión productiva, sin embargo, hasta la fecha no sabemos dónde quedaron los recursos, y los sonorenses exigen transparencia y cuentas claras. Una parte de esos recursos, 500 millones de pesos, estaba destinada a finalizar la obra del nuevo Hospital General del Estado
Podemos concluir que el actual gobierno privilegió la deuda para destinarlo al gasto corriente, y con ello se diluyó la esperanza de sentar las bases para un Sonora pujante y con visión de futuro. El gobierno actual de Claudia Pavlovich cierra, como el de Guillermo Padrés, en crisis de liquidez y bancarrota de las finanzas públicas.
Dr. Carlos Germán Palafox Moyers
Investigador y Docente del Departamento de Economía de la Universidad de Sonora y Presidente del Observatorio Ciudadano de Seguridad y Convivencia del Estado de Sonora