Por Gerardo López
Hermosillo, Sonora.- Tras cuatro años de estar preso por el asesinato de su novia, el doctor Carlos Armando Meza López decidió quitarse la vida y se cortó el cuello con un bisturí, en el Cereso uno.
El cadáver del hombre de 33 años fue localizado la madrugada de este miércoles en su celda de pabellón B del Centro de Reinserción Social número uno de esta capital y para lograr su objetivo utilizó un bisturí, ya que tenía acceso a ese instrumento porque ayudaba en el área de enfermería del penal.
Fue a las 5:50 horas cuando las autoridades penitenciarias tuvieron conocimiento sobre el deceso de quien estaba preso por el feminicidio de María Concepción de la Torre Martínez Escoboza, ocurrido en junio de 2014, quién también era médica.
El hombre, que era originario de Mexicali, Baja California, fue sentenciado junto a un cómplice de nombre Manuel, originario de Hermosillo, quien era pasante de medicina, en ese tiempo.
La doctora fue reportada como desaparecida desde el 11 de junio de 2014; tenía su domicilio temporal en Soyopa, donde hacia su pasantía.
El día 14 del mismo mes fue localizada sin vida dentro de un vehículo marca Volkswagen, a un costado de la carretera que conecta a Hermosillo con Sahuaripa, a la altura del kilómetro 154.
La detención y versión oficial
En junio de 2016, el entonces titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Sonora (hoy Fiscalía), Carlos Navarro Sugich, convocó a rueda de prensa para notificar la detención de los dos pasantes de medicina como responsables del feminicidio de la doctora.
El entonces procurador, reveló que Carlos Armando y su cómplice planearon asesinar a la mujer y trataron de que se pensara en suicidio como causa.
Indicó que el novio llegó al domicilio de la profesionista de la salud y discutieron, luego la sometió y le inyectó una sustancia.
Posteriormente, llamó a Manuel para que le ayudara a deshacerse del cuerpo, pero cuando éste arribó descubrió que la fémina aún tenía signos vitales y entre ambos la asesinaron.
Más tarde, subieron a María Concepción a su sedán y condujeron hasta el kilómetro 154 de la rúa citada donde pretendieron arrojarlo a una barranca y al no lograrlo, lo dejaron abandonado a un costado de la cinta asfáltica