Las zanahorias son un snack muy nutritivo y que se vuelve más rico cuando lo combinamos con algún ingrediente como limón, sal y chile en polvo.
Además de las de tamaño regular están las baby. Pero, ¿de verdad te creíste ese cuento de que son tan perfectamente moldeadas y lisas por naturaleza? Si tu respuesta fue sí, es probable que nunca hayas asistido a un mercado convencional.
Sigue leyendo y te contamos cuál es su origen.
Estas zanahorias, mejor conocidas como baby, son moldeadas a partir de las zanahorias normales (esas que no son de un tamaño uniforme y tienen diversas formas), pero que permiten esculpirse para dar vida a este producto.
Y seguramente te preguntarás, ¿a quién se le ocurrió que las zanahorias podían mejorar su aspecto? Bueno, fue a un granjero llamado Mike Yurosek, originario de California, en EU, que cada día en promedio debía deshacerse de 400 toneladas.
Fue en el año de 1986 cuando decidió “aprovechar” esas zanahorias feas y así evitar darlas como alimentos para animales o al basurero, y darles una nueva oportunidad para ofrecerlas en diversos mercados.
El agricultor en la necesidad de mejorar el aspecto de las verduras imperfectas, buscó opciones para aprovecharlas y encontró un cortador industrial de ejotes o judías y un pelador de papas industrial.
En estos artefactos moldeó las zanahorias y les dio su ya icónica forma de tiras de cinco centímetros y para terminar, les retiró la piel para dejarlas lisas y suaves.
Este producto fue un éxito y causó tanto furor entre los comensales que, desde esa época, en EU se comercializan congeladas, en conserva y como snack, pues resultan una opción saludable a la comida chatarra que se puede encontrar por cualquier parte.
Tanta es su popularidad que les ha permitido a los agricultores sembrar algunas variedades de zanahorias largas y angostas, de las cuales se pueden obtener entre tres o cuatro zanahorias baby.
No existe nada negativo en consumirlas, ya que cuentan con las mismas propiedades de las zanahorias normales, pues lo único que cambia es su forma. Sin embargo, si alguna vez al consumirlas te has dado cuenta de que se ven viscosas es porque no cuentan con su cáscara protectora.
Puede ser un riesgo de intoxicación alimenticia, pero debes saber que antes de empaquetarlas, las zanahorias baby son debidamente aseadas y pasan por una solución de cloro para después congelarlas y así evitar cualquier reacción tóxica al consumidor.
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Información tomada de www.excelsior.com.mx