Madrid, 25 de octubre (Europa Press).- Los pacientes hospitalizados con COVID-19 que toman diariamente una dosis baja de Aspirina para protegerse contra las enfermedades cardiovasculares tienen un riesgo significativamente menor de complicaciones y muerte, según un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland (Estados Unidos).
En este trabajo, publicado en la revista Anesthesia & Analgesia, los que tomaban aspirina eran menos propensos a ingresar en la unidad de cuidados intensivos (UCI) o conectados a un ventilador mecánico, y tenían más probabilidades de sobrevivir a la infección, en comparación con los pacientes hospitalizados que no tomaban Aspirina. El estudio ofrece un “optimismo cauteloso”, según los investigadores, para un medicamento barato y accesible con un perfil de seguridad bien conocido que podría ayudar a prevenir complicaciones graves
“Se trata de un hallazgo crítico que debe ser confirmado a través de un ensayo clínico aleatorio. Si nuestro hallazgo se confirma, haría de la Aspirina el primer medicamento de venta libre disponible para reducir la mortalidad en los pacientes de COVID-19”, explica el líder del estudio, Jonathan Chow.
Para llevar a cabo el trabajo, Chow y sus colegas revisaron los registros médicos de 412 pacientes de COVID-19, de 55 años de edad en promedio, que fueron hospitalizados en los últimos meses debido a complicaciones de su infección. Alrededor de una cuarta parte de los pacientes estaban tomando una Aspirina diaria de baja dosis (generalmente 81 miligramos) antes de ser ingresados o inmediatamente después de su ingreso para controlar su enfermedad cardiovascular.
Los investigadores encontraron que el uso de Aspirina se asociaba con una reducción de 44 por ciento en el riesgo de ser conectado a un ventilador mecánico, una disminución de 43 por ciento en el riesgo de ingreso en la UCI y, lo más importante, una disminución de 47 por ciento en el riesgo de morir en el hospital en comparación con los que no tomaban Aspirina. Los pacientes del grupo de la Aspirina no experimentaron un aumento significativo de eventos adversos como hemorragias importantes mientras estaban hospitalizados.
Los investigadores controlaron varios factores que pueden haber desempeñado un papel en el pronóstico de un paciente, incluyendo la edad, el sexo, el índice de masa corporal, la raza, la hipertensión y la diabetes. También tuvieron en cuenta las enfermedades cardíacas, renales y hepáticas, así como el uso de betabloqueantes para controlar la presión arterial.
Las infecciones por COVID-19 aumentan el riesgo de que se formen peligrosos coágulos de sangre en el corazón, los pulmones, los vasos sanguíneos y otros órganos. Las complicaciones de los coágulos sanguíneos pueden, en casos raros, causar ataques cardíacos, apoplejías y fallos en múltiples órganos, así como la muerte.
Los médicos suelen recomendar una dosis baja diaria de Aspirina para los pacientes que han sufrido anteriormente un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular causado por un coágulo de sangre, a fin de prevenir futuros coágulos de sangre. Sin embargo, el uso diario puede aumentar el riesgo de hemorragias importantes o de enfermedad de úlcera péptica.
“Creemos que los efectos anticoagulantes de la Aspirina proporcionan beneficios a los pacientes de COVID-19 al prevenir la formación de micro coágulos. Los pacientes diagnosticados con COVID-19 pueden considerar tomar una Aspirina diaria siempre y cuando consulten primero con su médico. Aquellos que tienen un mayor riesgo de sangrado debido a una enfermedad renal crónica, por ejemplo, o porque usan regularmente ciertos medicamentos, como esteroides o anticoagulantes, pueden no ser capaces de tomar Aspirina con seguridad, añade el coautor del estudio Michael A. Mazzeffi.
Con información de Europa Press.