Ciudad de México, 16 de octubre (SinEmbargo).- La agencia Associated Press compartió la primera imagen del General Salvador Cienfuegos Zepeda en el Centro de Detención Metropolitano de Los Ángeles, California. El exsecretario de la Defensa Nacional (Sedena) una chaqueta vede olivo y una camisa blanca; así como un cubrebocas por la pandemia de COVID-19 en Estados Unidos.
De acuerdo con los reportes, el magistrado lo recibió con un: “Los Estados Unidos contra el ciudadano Salvador Cienfuegos Zepeda. Levante la mano derecha, señor Zepeda”, le pidió el Juez.
En el recinto se le leyeron sus derechos y se le preguntó al extitular de la Secretaría de la defensa Nacional (Sedena), si entendía las acusaciones que el Gobierno de EU le hace. El General respondió: “Sí”.
Luego de eso, el magistrado le comunicó que su segunda audiencia se programaba para el 20 de octubre próximo y también será en ese Centro de Detención Metropolitano, por lo que aún no se decide que el General Cienfuegos Zepeda sea trasladado a Nueva York, donde se elaboró la demanda por la que hoy está detenido.
Cienfuegos Zepeda es señalado de ayudar a un cartel de las drogas a traficar a Estados Unidos miles de kilos de cocaína, heroína, metanfetaminas y marihuana a cambio de sobornos, según documentos judiciales divulgados un día después de su arresto en Los Ángeles.
Los cargos presentados por la corte del distrito este de Nueva York incluyen asociación delictuosa para distribuir e importar drogas y lavado de dinero. Los fiscales señalan que Cienfuegos, de 72 años, ayudó al cartel del H-2 mientras fue el responsable de las fuerzas armadas de 2012 a 2018 durante el Gobierno del entonces presidente Enrique Peña Nieto.
Hasta ahora, ningún exsecretario de la Defensa mexicano había sido detenido ni acusado de algún delito.
EL CASO CIENFUEGOS
Los fiscales indicaron que tienen mensajes interceptados de Blackberry Messenger que incriminan a Cienfuegos, también conocido como “El Padrino”, según la fiscalía. Entre las comunicaciones hay mensajes en los que se identifica al general por nombre, título y fotografía.
Cienfuegos apareció el viernes en la audiencia inicial a través de video desde el centro de detención donde se encuentra en Los Ángeles. Llevaba una chamarra oscura y un cubrebocas. Tuvo un intérprete, pero cuando el juez de distrito Alexander MacKinnon le hizo preguntas de procedimiento, el general contestó en inglés “yes” y “yes, your honor”.
El juez ordenó que Cienfuegos permanezca detenido sin derecho a fianza hasta otra audiencia el martes en Los Ángeles. Su abogado, Duane Lyons, apareció también en video y no respondió a solicitudes de comentarios.
Aunque los fiscales estadounidenses aseguraron que el general ayudó al cartel del H-2, en México las autoridades han descrito a H-2 como un lugarteniente del cartel de los Beltrán Leyva llamado Juan Francisco Patrón Sánchez, quien murió en un enfrentamiento con la Marina mexicana en 2017.
Los fiscales neoyorquinos expresaron en una carta a la jueza Carol Amon, de la corte federal de Brooklyn, que esperan que el general sea llevado a Nueva York en las próximas semanas y acusaron a Cienfuegos de asistir al cartel a cambio de sobornos. El general enfrenta un mínimo de 10 años de cárcel.
En su carta, los fiscales describieron al cartel como una organización liderada por Patrón Sánchez, también conocido como H-2, que operaba desde Nayarit y Sinaloa. El cartel, aseguraron los fiscales, tenía cédulas de distribución de drogas en Los Ángeles, Las Vegas, Ohio, Minnesota, Carolina del Norte y Nueva York, a través de las cuales se distribuyeron miles de kilos de drogas. En México, el cartel cometió asesinatos y usó la tortura contra organizaciones rivales, agregaron los fiscales.
Cienfuegos, continuó la carta, ayudó al cartel al asegurar que no se realizaran operaciones militares en su contra y también inició operaciones militares contra grupos rivales. El general localizó transporte marítimo para envíos de cocaína y ayudó a ampliar el territorio controlado por H-2, además de presentar a los narcotraficantes a otros funcionarios corruptos del gobierno. Cienfuegos también avisaba al cartel de operaciones antidrogas de las autoridades estadounidenses.
Los fiscales pidieron a la jueza que el general no quede en libertad mientras enfrenta el proceso judicial por la posibilidad de que se fugue. También aseguraron que no es recomendable que sea colocado en arresto domiciliario, ya que consideran que también podría escapar.
La acusación formal contra el general acusa a Cienfuegos de asistir en operaciones de narcotráfico entre diciembre de 2015 y febrero de 2017.
Los fiscales aseguraron que el general se comunicaba al cartel sobre informantes del gobierno estadounidense, lo que resultó en el asesinato de un miembro del grupo criminal que líderes de éste pensaban, de forma errónea, que ayudaba a las autoridades estadounidenses.
Además de comunicaciones interceptadas, los fiscales señalaron que sus acusaciones están corroboradas por numerosos cientos de kilos de cocaína y otras drogas incautadas y por testigos que confirmaron la asistencia de Cienfuegos al cartel.
¿QUIÉN ES CIENFUEGOS?
El General retirado Salvador Cienfuegos, exministro de Defensa en el Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), era considerado uno de los militares más reputados del Ejército y muy estimado entre las tropas, una carrera empañada por la tragedia de Ayotzinapa y, ahora, la detención el pasado jueves en Estados Unidos a petición de la DEA.
Nacido el 14 de junio de 1948 en Ciudad de México, Cienfuegos ingresó en el Ejército a comienzos de 1964, con apenas 15 años, y estuvo más de cinco décadas en activo. Se licenció en Administración Militar y obtuvo una maestría en Administración Militar para la Seguridad y Defensa Nacionales.
A lo largo de su larga carrera fue comandante de varios batallones y regiones militares, además de director del Heroico Colegio Militar.
En 2012, con la llegada de Enrique Peña Nieto al poder, Cienfuegos fue nombrado titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, que ocupó hasta el fin del mandato con un historial aparentemente perfecto, pese a algunas polémicas.
“Ustedes deben estar convencidos y orgullosos de que han realizado una labor fundamental, única amplia y de gran importancia, y gracias a ello somos la institución que más resultados aporta al esfuerzo nacional en materia de seguridad. Y gracias a ustedes, hemos disminuido considerablemente las quejas de derechos humanos”, dijo el 12 de noviembre de 2018, en su último evento público antes de dejar el cargo y rodeado de centenares de efectivos.
DURO, POPULAR, POLÉMICO
De semblante duro y aparentemente imperturbable, Cienfuegos era considerado uno de los militares más influyentes del Ejército, aunque sus seis años a la cabeza de la institución lo pusieron en el centro de varias polémicas.
Las que quedarán en el imaginario colectivo son la tragedia de Ayotzinapa y la matanza de Tlatlaya.
Aunque según la primera versión oficial de los hechos, hoy defenestrada, el Ejército nunca tuvo participación en la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, la sombra del delito siempre persiguió a esta institución.
En un primer momento, Cienfuegos mostró su predisposición a que los militares del 27 Batallón de Infantería, con sede en Iguala, prestaran declaración. Pero en sus años en el cargo ni un militar fue imputado pese a reiteradas peticiones de familiares y los expertos independientes de la CIDH.
En octubre de 2010, Cienfuegos dijo que los soldados que estuvieron en la zona no tenía “por qué declarar” ante el grupo de expertos de la CIDH que investigaba los hechos, porque solo responden ante “las autoridades mexicanas”.
No fue hasta este septiembre, cuando se cumplieron seis años de la tragedia y bajo la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, que se anunciaron ordenes de captura contra militares por el caso.
Bajo el paraguas de Cienfuegos también se cometió la matanza de Tlatlaya.
En la madrugada del 30 de junio de 2014, 22 personas fueron asesinadas por soldados en una bodega ubicada en el municipio de Tlatlaya, en el Estado de México, colindante con la capital mexicana.
Según la versión oficial del Gobierno, los fallecidos eran presuntos delincuentes muertos en un choque con militares. Pero un posterior informe de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) determinó que los militares ejecutaron a 15 de los 22 muertos.
Pese a todo, su popularidad dentro y fuera del cuerpo permanecía, y su reputación se mantuvo para muchos prácticamente intachable, aguantando en el cargo los seis años de la vilipendiada era Peña Nieto al frente de la Secretaría de Defensa.
Una de sus pocas salidas de tono se dio cuando se posicionó a favor de que los militares dejaran de realizar tareas de seguridad pública y regresaran a los cuarteles. Aunque posteriormente se retractó.
Con información de EFE y AP.