Las parroquias de Hermosillo reanudaron sus actividades este domingo con misas presenciales, con estrictas medidas de prevención e higiene por COVID-19.
En cada iglesia se asignó un equipo de trabajo, al cual se le capacitó para implementar y verificar se cumplan las medidas de prevención por la contingencia sanitaria y se mantenga sana distancia. En el caso de catedral, solo se permite el 30% de su capacidad, es decir, unas 70 personas.
Cada asistente debe utilizar gel antibacterial en las manos, y un colaborador le toma la temperatura. Al interior, en las bancas, hay marcas verdes y rojas, con estas se les asigna un lugar a los feligreses para tomar asiento respetando la sana distancia.
También, a los asistentes se les pide portar de manera obligatoria el cubrebocas.
El padre que ofreció la misa a las 17:00 horas, cinco de la tarde, portaba cubre bocas y mascarilla como medida de prevención ante el coronavirus; el equipo de trabajo que recibe a los asistentes y colabora con el padre durante la misa.
Cabe mencionar que la última vez que se ofreció una misa presencial fue hace aproximadamente seis meses.
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