Considero que nadie negaría que la corrupción a gran escala es el producto de la intersección de lo público y lo privado, ahí en donde no se alcanza a distinguir donde comienza uno y donde termina el otro; obviamente aproximarnos al análisis y estudio de esta combinación perversa no es nada fácil, ya que dicha dimensión está integrada por un sinnúmero de variables que se integran para lograr el éxito de esta penosa vinculación económica.
El contacto empresa-gobierno necesario o voluntario siempre abre la oportunidad para engancharse en un acto de corrupción a través de dos espacios de complicidad la de la regulación y la de contratos o asociaciones público-privadas.
En el primer caso la tramitología es tal que una empresa se ve “obligada” a hacer un pago indebido para disminuir el tiempo de obtención de un permiso para operar un negocio, para obviar la presentación de requisitos imposibles de cumplir o para vencer la resistencia de un burócrata que simplemente se niega a liberar una autorización. En el otro extremo, el caso de la desregulación, lo que se teme es la discrecionalidad del funcionario y la tentación de sobornar para ser beneficiado o ser sobornado para beneficiar. Como ejemplo para obtener aquello a lo que uno no es merecedor por ley o por mérito propio. No tengo derecho a una concesión pero me la otorgan; no cubrí con los requisitos para concursar pero me los dispensan; no hice la mejor oferta pero descalifican al que la tuvo con alguna argucia legal.
A manera de clasificación y de acuerdo a la organización para la cooperación y desarrollo económico (OCDE) reporta un conjunto de conductas “poco éticas” que practica de manera consistente el sector privado y que muestran, además, la colusión entre empresas y sector gubernamental:
- Emisión de ofertas ficticias para aparentar competencia sabiendo de antemano cuál de ellas ganará.
- Supresión de ofertas que consiste en la no presentación o el retiro de ofertas presentadas con el fin de que la licitación quede adjudicada al proveedor pre-acordado.
- Rotación de ofertas que supone el pacto entre empresas para ganar escalonadamente en el tiempo el contrato público.
- La asignación de mercado en la que a la manera de las líneas aéreas o ciertas cadenas de supermercados, se dividen el territorio y respetan zonas en las que cada proveedor, contratista o licitante puede presentar ofertas.
Según encuestas y estudios que miden el índice de corrupción. En el caso de México es muy complejo diferenciar si el acto de corrupción inicia del lado del político/burócrata o del empresario/ empleado, pero las principales razones por las cuales estos últimos dicen haber tenido que hacer un pago de este tipo es, en orden descendente:
Para agilizar trámites
Impedir abusos de autoridad
Ganar contratos y participar en licitaciones.
Licencia de funcionamiento (renovación, operación, etc.)
- Pago de predial, catastro y otros trámites relacionados
- Pago de agua, cambio de tomas
- Trámites ante Hacienda, inscripción al RFC, pago de impuestos, declaraciones.
- Uso de suelo, derecho de piso.
- Tenencia, licencia vehicular, tarjeta de circulación.
- Pago de impuesto sobre la nómina.
- Recolección de basura.
- Publicidad (anuncios luminosos, propaganda).
- Protección civil.
- Solicitudes y aclaraciones de trámites municipales, constancias y multas.
- Cambio de placas, emplacado.
- Servicios públicos.
- Trámite para uso de vía pública, arreglo de calles, banquetas etc.
- Permiso de construcción.
- Actualización al padrón fiscal municipal de giros, cambio de cédula, empadronamiento.
- Salubridad, licencia sanitaria.
- Bomberos.
- Permiso de venta de alcohol.
- Cambio de domicilio, cambio de propietario.
- Seguro social, seguro de trabajadores.
- Autorización para eventos.
- Ecología.
- Permiso horario de operación.
- Alta y baja de vehículos.
- Actas de registro civil.
- Alineación y número oficial.
- Trámites ante MP, denuncias, seguridad pública.
Fuente: Económicos del Sector Privado (CEESP)
Finalmente, considero necesario señalar que las consecuencias que trae al país este tipo de comportamientos antiéticos, es la causa principal del nivel de subdesarrollo que vivimos y la gran cantidad de pobreza que año con año se acumula, y hasta el día de hoy, el combate frontal que está haciendo el gobierno por erradicar estas conductas, constituye una esperanza que hace más de un siglo no se había dado.