Todos los casos de corrupción en especial los graves deben denunciarse, seguirse, inclusive de oficio dentro del servicio público en contra de las malas (os) servidores públicos, más aun en esta grave contingencia. Yo ya lo hice puntualmente ante las instancias oficiales, contra las dependencias y malos servidores públicos.
Los casos van desde el abuso de autoridad, incumplimiento del deber legal, ejercicio indebido o abandono de responsabilidades, uso indebido de facultades y atribuciones, intimidación, ejercicio abusivo del poder, todas ellas entre otras sancionadas por el código penal estatal y federal, la ley de responsabilidades de fiscalización y las leyes civiles.
¿Te da miedo hacerlo?….
No, no, a mí no me dio ni da miedo hacerlo, me mueve más mi convicción ciudadana, el valor civil que me fue inculcado, mi experiencia como servidor público mismo que hice con “la máxima diligencia”, el miedo no me intimida, esos burdos actos de intimidación imputables a muchos ineptos (as), los tomo “como de quien vienen”, que se escudan en su “burbuja de poder”, que a propósito, muy pronto se les acabara…..
Si, la ineptitud es corrupción, porque causa al servicio público descalabros y quebrantos financieros, desvío de recursos, uso incorrecto del erario, inefectividad programática de planes y programas, subejercicios, en muchos casos afectando a los que menos tienen, la ineptitud en el servicio público es una fuerte y grave, ¡gravísima causa de corrupción!.
¿Te han amenazado?….
Si, a mí también me han amenazado, algunas de esas amenazas también las han cumplido, pero no me desvían de mi propósito toral, que es hacer justicia y se sancione a los “malos servidores públicos”, que usan y abusan del poder, de forma por demás negligente violentando la ley de responsabilidades y de fiscalización de Sonora.
El servidor (a) público que es negligente causa también corrupción, es quien causa un vicio abusando de sus funciones, o sea aquel que falta a su deber, que causa omisión de la atención debida por inacción, descuido, por acción incorrecta, inadecuada o insuficiente, ya que esto causa efectos negativos colectivos en la sociedad, es progresivo y mortal.
Los efectos de la negligencia son una de las formas más peligrosas de corrupción, es silenciosa, soterrada, casi no se percibe pero se siente, es un deterioro estructural de las formas de Gobierno, alimentada por los “amiguismos, favoritismos, palancas, conexiones e influyentísimo”, es !una terrible irresponsabilidad!.
Conclusión
Respeto el debido proceso, por ello no debo dar más detalles, todas las causales anteriores deben tener consecuencias, por ello denuncie estimado lector, a veces no es fácil, más aun cuando el denunciante no es experto en estos temas, también existe el natural miedo, a la coacción, represalias, difamaciones, amenazas físicas, familiares e institucionales, ¡eso sí lo sufro y registro muy de cerca!, ante ello no hay más que “tener pantalones o enaguas”….
Debemos ante todo lo anterior tener valor civil, a pesar de todo, pensar y estar seguros que es una de las única formas de acabar con la corrupción, “no se quede con el golpe” o los golpes de ineptos y negligentes (as), ¡denuncie, denuncie y sobre todas las cosas denuncie!!!, debe haber consecuencias ante los abusos y atropellos, ¡es la única forma que este país cambie y prospere!… ¡Ni más ni menos!.
“la injusticia en cualquier parte, es una amenaza a la justicia en todas partes” (Martin Luther King Jr.).
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