Cada día necesitamos ser mas conscientes de la urgente necesidad de valorarnos. Muchas situaciones difíciles, conflictos y problemas pudiéramos evitar si nos valoramos como personas y como seres humanos, porque transferimos a los demás lo que traemos y que sentimos de nosotros mismos.
La autoestima es un aspecto muy importante de nuestra calidad de vida, de tener conciencia de si, de la propia identidad, de la habilidad de definirse y aceptarse, con límites y capacidades.
Por lo que el nivel de autoestima, de reconocimiento que tengamos por lo que hacemos, el valor que nos damos a lo que somos, va a determinar nuestro comportamiento y formas de relacionarnos intra e interpersonalmente.
Cuando hablamos de autoestima, nos referimos al valor y amor que te das a ti mismo, a ti misma y es muy importante ya que solo podemos amar, cuando nos hemos amado a nosotros mismos, cabe muy bien el dicho aquí de “nadie da lo que no tiene” y tú tienes mucho que dar estoy segura.
Es hablar de autorespeto, ya que la autoestima es un silencioso respeto por uno mismo.
Es hablar de autoaceptación, en virtud de que la actitud y el aprecio por su propio valer juega un papel de primer orden.
Es hablar de autoevaluación, el sentirse devaluada e indeseable es en la mayoría de los casos la base de los problemas humanos, date cuenta que no es como te evalúan los demás, es como te evalúas tú lo más importante.
Es hablar de autoconcepto, este es un aspecto muy importante ya que el tener una autoimagen pobre es el mayor obstáculo para alcanzar el éxito, cabe preguntarnos cual es la imagen que haz construido sobre ti?
Y por último, es hablar de autoconocimiento, cuando aprendemos a conocernos es cuando en verdad vivimos. que es lo que conoces de ti? Te conoces o eres el gran desconocido de ti mismo?
Aquí es importante reflexionar sobre la diferencia entre lo que hago, lo que soy en esencia, quien dicen que soy, con lo que verdaderamente somos.
Hay una regla muy importante si queremos cambiar es necesario trabajar para lograrlo, necesitamos reconocer y reconocernos, ya que mientras sigamos pensando como siempre hemos pensado, seguiremos sintiendo como siempre hemos sentido, actuando como siempre hemos actuado y obteniendo los mismos resultados que siempre hemos obtenido.
Recordemos a Amado Nervo: “la felicidad no es una posada al final del camino, es una manera de caminar por la vida”…
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