-Anuncio-
viernes, noviembre 21, 2025

Hombre corre 7 días, de su casa en Washington a Scranton, para ver a su abuela de 99 años con covid

Noticias México

México evita dispersión de gusano barrenador tras inversión de 114 mdd: Sader

México ha logrado evitar la expansión del gusano barrenador del ganado (GBG) hacia el norte del país gracias a...

Detienen a exdirigente del PRI, Isidro Pastor, en Edomex; lo acusan de operaciones de procedencia ilícita

Agentes federales detuvieron este viernes a Isidro “N”, exdirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Estado de México,...

Perú informó que respetará inmunidades diplomáticas de México, afirma SRE

El Gobierno de Perú notificó a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) que respetará las inmunidades diplomáticas de México,...
-Anuncio-
- Advertisement -

En una oportunidad Corey Cappelloni corrió seis días por el desierto del Sahara en lo que se considera la carrera a pie más dura del mundo. Pero la prueba más larga, exigente y gratificante que corrió en su vida fueron los 350 kilómetros que cubrió para ver a su abuela, quien lidiaba con el coronavirus en una residencia de ancianos.
Cappelloni corrió durante siete días desde su casa en Washington hasta el geriátrico donde vive su abuela Ruth Andres en Scranton, Pensilvania. Llegó el 19 de junio y fue recibido con vítores, banderas y globos violetas, el color preferido de su abuela.
Decenas de empleados del geriátrico Allied Services Skilled Nursing & Rehab Center aplaudieron cuando llegó a la meta. Sin aliento, pero sonriente, apuntó hacia el cuarto piso, a la habitación de “Nana”. La abuela observó desde la ventana. Afuera había un cartel que decía “Te queremos Corey”.


“Nana, eres una persona fuerte”, le dijo Cappelloni a la abuela a través de un teléfono y de un micrófono. Del otro lado, una enfermera le sostenía el teléfono a la abuela. “Cumplirás 99 años y todavía tienes muchas millas por recorrer”.
No pudo verla en persona por las restricciones que hay por el virus, pero le prometió darle un abrazo pronto.
La “Corrida por Ruth” de Cappelloni recaudó 24 mil dólares a ser usados en la compra de teléfonos y tabletas para ancianos que están aislados por la pandemia, de modo que se puedan comunicar con sus seres queridos.
La iniciativa buscó también concientizar a la gente en relación con las penurias de los residentes y el personal de estos centros médicos, y homenajear a quienes fallecieron, incluido su tío abuelo Charles Gloman, quien murió el 11 de mayo.
A Andres le diagnosticaron el virus a principios de junio. Tenía fiebre y le costaba hablar, al punto de que le tuvieron que dar oxígeno. Cappelloni la llamaba a diario y dijo que la notaba cada vez más asustada.
“No podía ver a la familia ni recibir visitantes”, comentó. “Se deprimió un poco. Sabía que tenía que hacer algo para animarla”.
Al principio le mandó fotos de sus viajes por el mundo. Hasta que su novia, Susan Kamenar, le propuso que corriese para ella.
Fue así que enfiló hacia el norte por calles y senderos, cruzando bosques y zonas residenciales. Kamenar lo siguió en una casa rodante que alquilaron para poder mantener el distanciamiento social al comer y dormir.

Cappelloni se había estado entrenando para un ultramaratón programado para mediados de marzo, del que se retiró por la pandemia. Ya había corrido otro en diciembre en Perú, de modo que todavía estaba en forma.
Los ultramaratones son pruebas más largas que los maratones, generalmente de 50, 80, 100 o 160 kilómetros (31, 50, 62 y 100 millas).
Si bien en el pasado había completado carreras como el Maratón des Sables, de 251 kilómetros (150 millas) en Marruecos, no sabía si podría completar el equivalente a más de ocho maratones de 42.2 kilómetros.
Arrancó bien e hizo buenos tiempos en los primeros cinco días. Pero en el sexto se fundió. Agotado y adolorido, desaceleró y casi que caminó durante un tramo. Fue por entonces que le llegó un mensaje de texto que le dio fuerzas: Nana se había recuperado por completo.
“Tuvo algunos días muy feos”, dijo Cappelloni en un video difundido por las redes sociales. “Pero dio batalla y eso es lo que estoy haciendo yo hoy”.
El atleta contó que Andres lo vio dar sus primeros pasos y a menudo dice que es su segunda madre.
“Decidí hacer esto para demostrarle a mi abuela que la voy a apoyar y que me importa mucho”, dijo Cappelloni. “Ella siempre me apoyó a mí, desde que nací”.

- Advertisement -

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

-Anuncio-
-Anuncio-

Más Noticias

Realiza Ayuntamiento jornada de bacheo en diversas colonias de Hermosillo

Hermosillo, Sonora.- El Ayuntamiento de Hermosillo llevó a cabo este 21 de noviembre una nueva jornada de bacheo en...

‘Es viernes y me voy rumba’: Maduro baila en medio de tensión con EEUU; asegura que no lo detiene nadie

En un ambiente festivo y frente a cientos de estudiantes que celebraban su día, el presidente de Venezuela, Nicolás...

Javier Duarte, exgobernador de Veracruz, se queda en la cárcel: le niegan liberación anticipada

El exgobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, permanecerá en el Reclusorio Norte luego de que una jueza federal...

Gobierno de México llama al dialogo a transportistas y agricultores tras anuncios de nuevos bloqueos el próximo 24 de noviembre

El Gobierno de México llamó nuevamente al diálogo a productores, transportistas y agricultores que anunciaron un “bloqueo nacional” para...

Supervisa Durazo primera etapa concluida de línea de riego y avance de segunda en San Ignacio Río Muerto

En respuesta a demandas históricas del sector agrícola local, el gobernador Alfonso Durazo Montaño supervisó la conclusión de la...
-Anuncio-