“…el sistema electoral es el elemento más importante de la democracia representativa”, Arend Lijphart
Es probable que a partir de la próxima elección, el ayuntamiento de Hermosillo tenga cinco miembros más, tres regidores de mayoría relativa y dos regidores de representación proporcional, por lo que el máximo órgano de gobierno municipal pasaría a constituirse por 28 miembros: el alcalde, el síndico, y 26 regidores, de los cuales 15 serían electos por mayoría relativa, 10 por representación proporcional, y el regidor étnico, quien es designado conforme a usos y costumbres de su etnia. Este incremento se dispone en la Ley de Gobierno y Administración Municipal, que en su artículo 30 señala que en caso de que un municipio alcance un millón de habitantes, “…el ayuntamiento contará con tres regidores más de elección popular y dos más por representación proporcional”, y de acuerdo a una proyección de crecimiento poblacional que se llevó a cabo, en este año el municipio de Hermosillo estaría contando con más de un millón de habitantes (Hermosillo ¿Cómo vamos? Informe de indicadores 2019). En la siguiente tabla podemos ver la integración actual de la Comuna, así como la integración que quedaría en caso de aplicarse ese artículo:
Como podemos ver en la tabla, en lo que corresponde al sistema de elección del ayuntamiento, éste conservaría el mismo diseño que se creó durante el sistema político autoritario y presidencialista, y que no tuvo como finalidad democratizar la vida política municipal. Por eso, y aun cuando las elecciones se desarrollan con un alto nivel de competitividad, y con resultados de una constante alternancia partidista en el gobierno, ese sistema electoral sigue reproduciendo las condiciones que permiten mantener el formato antidemocrático del ejercicio del gobierno, con un presidencialismo exacerbado, sin un contrapeso efectivo por parte del ayuntamiento, y como lo señala Tonatiuh Guillén López, que origina el ejercicio de un poder hegemónico por el presidente municipal, tanto en las decisiones del ayuntamiento, como en las acciones administrativas.
La elección por medio de planillas tiene el efecto de poner los reflectores y destacar solo la figura de los candidatos o las candidatas a la presidencia municipal, minimizando desde la campaña electoral a la gran mayoría de representantes populares en el ayuntamiento, los regidores, y quienes, como lo apunta el mismo Guillén López, desde la integración de la planilla empiezan a sentir el dominio del futuro presidente municipal, quien ya en funciones adquiere la capacidad para concentrar el proceso de decisiones en el ayuntamiento, por “…la subordinación, imposición o ejercicio de poder sobre otros actores, en este caso, sobre los regidores del cabildo”. La conformación del ayuntamiento que produce ese sistema electoral, asegurándole al ganador una mayoría superior al 60 % de sus integrantes (véase la tabla), y dada la subordinación que por lo general asumen los regidores elegidos en la planilla hacia el presidente municipal, dificulta que el municipio funcione como un órgano representativo de la sociedad local, y deliberativo en los procesos decisorios, en el que los regidores deliberen y decidan orientados por los intereses y demandas de sus representados.
Por la forma en que se eligen, desde la misma etapa de la campaña electoral, los regidores de mayoría relativa carecen de incentivos para crear vínculos con la ciudadanía, para informarse de los problemas públicos de sus colonias y del municipio, y para asumir compromisos para su solución. Resulta revelador el hecho de que la ciudadanía desconozca a sus regidores: según una investigación llevada a cabo durante los meses de octubre y noviembre del año 2019, y cuyos resultados se publicaron en Hermosillo ¿Cómo Vamos? Resultados de la Encuesta de Percepción Ciudadana 2019, el 97.9 % de los encuestados manifestó no conocer a ningún regidor. Si queremos que la democracia en Hermosillo no quede limitada a un día de votación cada tres años, y se convierta en un ejercicio constante en la vida política del municipio, es necesario transformar al ayuntamiento, buscando que tenga un funcionamiento realmente representativo y deliberativo. Para ello es indispensable que los regidores que se eligen por mayoría relativa, y que constituyen la mayor parte del ayuntamiento, se vean motivados para asumir con toda responsabilidad sus funciones como representantes populares, y por lo tanto como defensores y promotores de los intereses públicos en el municipio. Y una de las piezas del entramado institucional del gobierno municipal que es necesario modificar para lograrlo, es el sistema de elección de la Comuna. Con toda seguridad que una discusión pública amplia, aportaría elementos importantes para llevar a cabo una apropiada reforma del sistema electoral.
Como aporte a esa discusión, nuestra propuesta es considerar el diseño del sistema de elección de los ayuntamientos en los municipios del estado de Nayarit. En este sistema electoral, la planilla solo incluye a los candidatos a presidente y síndico, en tanto que todos los regidores de mayoría relativa se eligen por separado, en distritos o demarcaciones electorales uninominales, y el resto de los regidores se eligen por representación proporcional, considerando para ello la votación total, la de todos los distritos en los que se eligen los regidores de mayoría relativa. Una importante ventaja de este sistema electoral, dadas las menores dimensiones demográficas y espaciales de los distritos o demarcaciones electorales municipales en las que se eligen los regidores de mayoría relativa, es que como candidatos, y posteriormente como regidores en funciones, éstos cuentan con incentivos y mejores condiciones para crear vínculos con la ciudadanía, para actuar y decidir a favor del interés público, ya que de no ser así, verían seriamente reducida su posibilidad de ganar la elección, o de ser recompensados con la reelección consecutiva, si ésta fuera de su interés. Y estos incentivos a su vez son un factor importante para democratizar el funcionamiento del ayuntamiento y la vida política municipal.
Otra ventaja de ese sistema electoral, es que los partidos políticos y los ciudadanos interesados en registrar candidaturas independientes, buscando ganar la mayor cantidad de regidurías de mayoría relativa, se verían incentivados a registrar candidatos con una historia favorable al interés público del municipio y/o de los distritos electorales. También podría tener un efecto positivo en lo que se refiere a la confianza ciudadana hacia su gobierno más próximo, el gobierno municipal, confianza que de acuerdo a los resultados de diversas investigaciones se encuentra en un nivel muy bajo: así por ejemplo la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) 2017, de Inegi, arrojó entre sus resultados, para la ciudad de Hermosillo, que solo el 31.9 % de los encuestados confía en el gobierno municipal, en tanto que la encuesta llevada a cabo por la organización Hermosillo ¿Cómo Vamos?, ya citada, arrojó el resultado de que el 79.9 % de los encuestados manifestó no confiar o confiar poco en el presidente municipal, en tanto que el 68.2 % opinó que el gobierno municipal en nada o poco toma en cuenta a los ciudadanos.
Esperemos que el tema se analice y se discuta de manera amplia y pública, y se lleve a cabo una reforma del sistema electoral apropiada para la democratización del gobierno y de la vida política del municipio, y evitar así que el incremento en la cantidad de regidores quede solo en un cambio cuantitativo en el ayuntamiento.