Con el brote de COVID-19 el problema de las fakenews llegó a una dimensión epidiomologica, no nada más aquí en México, también a nivel global. El termino de “infodemia” comienza a retomarse del inglés “infodemic” para describir un fenómeno de la comunicación que cada vez nos impacta más en el día a día.
De acuerdo a la Fundación Gabo se puede entender como “infodemia” al problema que provoca la cantidad excesiva de información y la dificultad que esto provoca en encontrar una solución, porque esta puede difundir errores, desinformación y rumores. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) esta desinformación que se da por la “infodemia” se ha convertido en una nueva preocupación por las graves repercusiones que ha tenido en medio de la pandemia del COVID-19.
En el escenario global la infodemia provocada por las declaraciones del presidente norteamericano cuando declaró que el desinfectante podría ser una posible cura del COVID-19, el pasado 23 de abril, provocó que nada más en Maryland se dieran más de 100 llamadas de emergencia de personas intoxicada por tomar al pie de la letra las declaraciones de Trump.
En nuestro país, el polarizado contexto de la opinión pública, tampoco ayuda a que no se genere tanta desinformación en un momento que es tan necesario informar verazmente a la población. Entre las mañaneras, la sobre exposición del Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, que ha llegado a tener momentos frente a las cámaras que parecen más parte de una estrategia de posicionamiento para un aspirante a candidato que un ejercicio de informar a la población sobre la situación de la pandemia, periodistas que no se preparan para las ruedas de prensas, editores con consigna y actores político que no desaprovechan las oportunidades para buscar desgastar la imagen positiva de López Obrador, se ha generado la tormenta perfecta para mantener a la gente desinformada en medio del caos.
Las ciencias de la salud traen también el concepto de “sindemia” para entender lo que está sucediendo en la relación entre la pandemia del COVID-19 y la infodemia. Los dos problemas, el provocador por el virus y el de la desinformación se combinan para hacer sinergia y magnificar sus alcances afectando con más fuerza a la población. Desde esta perspectiva la infodemia provocada por los actores políticos que deberían informar a la población sobre la situación de la pandemia, los medios de comunicación que sobre editorializan por intereses de grupos de poder, las redes sociales y una sociedad polarizada, hacen sinergia con la pandemia del coronavirus generando escenarios sociales donde es más fácil el contagio del virus. Es decir, la infodemia hace que la población no sepa bien como prevenir al virus o incluso a que se generen teorías de la conspiración que llevan a la incredulidad sobre la grave situación.
La pandemia del COVID-19 esta llegando a su momento más crítico en el país. En estas semanas estaremos entrando a la parte más dramática y por lo mismo la que más información va a generar. Deberíamos estar mejor informados en estos momentos, pero por lo contrario, a través de las redes sociales cada vez se esparce más desinformación y se genera un ambiente de postverdad donde es más difícil creer en los hechos. Por este motivo, ahora no solamente debemos insistir que lo necesario que es quedarnos en casa, también debemos pedir no difundir noticias falsas en redes sociales para no contribuir a la infodemia. Incluso me atrevo a decir que es momento de que dejemos de ver como benditas a las redes sociales y nos preguntemos sobre las responsabilidad que tenemos cada uno frente a ese poder de difusión que nos dan.