A propósito del mes de los niños
“El mejor regalo que le puedes dar a tus hijos es apoyarlos para que desarrolle su propia autoestima”.
Existe una vieja reflexión de índole psicológica que dice más o menos así “Al observar la conducta de un niño es relativamente fácil deducir el comportamiento de sus padres” esta reflexión que me recuerda mis años de estudiante en la universidad nacional a finales de los setentas revive la responsabilidad que tenemos los ahora padres acerca de la importancia que tiene la autoestima en el desarrollo de nuestros hijos; probablemente para muchos lectores la palabra autoestima suena algo así como “que tanto me quiero”, lo cual no deja de ser correcta en un primer nivel, pero si nos damos un tiempecito para terminar este artículo el lector se podrá dar cuenta de que el autoestima es el arma más poderosa que le podemos ofrecer a nuestros hijos para que enfrenten y descubran su propia realidad en un marco de confianza y seguridad lo cual se traducirá en un verdadero factor de protección dado el momento de la decisión de un si o un no ante el ofrecimiento de drogas y/o conductas autodestructivas.
Mi experiencia me dice que si el problema del consumo o desarrollo de conductas adictivas, hubiera sido tratado cuando los hoy adictos eran niños a través de un apoyo en sus respectivos hogares, muchas vidas se hubieran salvado, así como sus respectivas familias, fortunas y demás consecuencias que trae consigo las conductas adictivas.
Por esta razón, y aprovechando que el editorialista me sugiere el tema de la niñez obviamente por ser abril el mes del niño, me queda muy claro que mi mensaje es a los padres, ya que sus hijos no tienen el alcance que solo ofrece la experiencia la cual es avalada por los años de aciertos y desaciertos que las personas mayores hemos acumulado.
Una parte importante del ser padres es la crianza de niños que se sienten bien acerca de sí mismos.
Existen estudios que demuestran que los niños con buena autoestima son más felices; tienen más habilidades para resolver problemas y para resistir las presiones de otros para hacer cosas que ellos no quieren. Los niños empiezan a aprender a sentirse bien de ellos mismos a una edad muy temprana. Existen algunas cosas que los padres pueden hacer, cuando los niños son pequeños, para ayudarlos a desarrollar un sentimiento positivo de valor propio.
¿Qué es la autoestima?
La autoestima es el sentimiento valorativo de nuestro comportamiento, de nuestra manera de ser, de quienes somos nosotros, del conjunto de rasgos corporales, y todo aquello que configuran nuestra personalidad. La autoestima se aprende, cambia y la podemos mejorar. Es a partir de los 5-6 años cuando empezamos a formarnos un concepto de cómo nos ven nuestros mayores (padres, maestros), compañeros, amigos, etcétera y las experiencias que vamos adquiriendo.
Según como se encuentre nuestra autoestima, ésta es responsable de muchos fracasos y éxitos, ya que una autoestima adecuada, vinculada a un concepto positivo de sí mismo, potenciara la capacidad de las personas para desarrollar sus habilidades y aumentará el nivel de seguridad personal, mientras que una autoestima baja enfocará a la persona hacia la derrota y el fracaso. En el caso de los niños, objetivo de este artículo, la autoestima se construye:
Ayudando a los niños a sentirse parte de algo más grande que ellos mismos. El permitirles a los niños que ayuden en casa es de gran valor para ellos. La edad preescolar es la perfecta para que los niños empiecen a tomar parte en los quehaceres del hogar. Dele la oportunidad de alcanzar el éxito; manteniendo los quehaceres simples y apropiados para la edad de los pequeños.
El hacer estas cosas sencillas en el hogar les ayuda a los niños a sentir que ellos están ayudando a toda la familia. Hágalos sentirse apreciados.
Pase tiempo con su hijo/a. (Haga el esfuerzo)
Hable, escuche y demuestre interés por sus amigos, la tarea escolar y juegos. Sea un modelo positivo apoyando su propia autoestima. Sea cuidadoso con no hacer comentarios negativos sobre usted mismo/a; su hijo/a podría imitar esta conducta. Dese su tiempo, disfrute de la compañía de sus amigos, ( sin beber en exceso) lea un buen libro para mostrarles a los niños que usted se preocupa por si mismo/a. y que constantemente busca superación personal.
Ayude a los niños a reconocer y a corregir ideas negativas sobre ellos mismos. La inseguridad puede arraigarse temprano y hacerse una realidad para los niños. Es muy fácil para ellos pensar que, si ellos son un fracaso en alguna área, ellos son un fracaso en todo. Ayúdelos a desarrollar sus talentos y habilidades y, si ellos no son muy buenos en algo, elógielos y respételos por tratar; ya que ellos pudieran seguir tratando si les gusta la actividad.
Cuidado con lo que dice
Los niños son muy sensitivos a las palabras de los padres. Elogie a los niños pequeños no sólo por terminar algún trabajo sino también por tratar de hacerlo. Cuando el niño es pequeño, no es tan importante qué tan bien ha sido realizado el trabajo, sino que lo haya tratado y terminado. También, sea específico con sus elogios. Asegúrese que el niño sepa que usted se siente orgulloso y que aprecia lo que el pequeño ha hecho. Usted puede decir algo como, “metiste limpia tu bicicleta” ¡te felicito eres un niño ordenado!”
Sea generoso con su afecto
Los abrazos, besos y palmaditas en la espalda sirven de mucho en el desarrollo de la autoestima de los niños.
Dé y muestre reacciones positivas y reales y quiera incondicionalmente a los niños.
Acéptelos por lo que son y sea honesto/a con ellos. Es importante para ellos el saber que puede creer en todo lo que usted les dice.
De acuerdo con su pareja desarrolle en su hogar un ambiente seguro y con buena educación.
Los niños que no se sienten seguros en el hogar sufren enormemente de una baja autoestima. Además, obsérvelos cuidadosamente por si ellos muestran alguna forma de abuso tales como problemas en la escuela, problemas con sus compañeros de juego u otros factores que usted crea estén afectando la autoestima de los niños. Enfrente estos problemas rápidamente y sea comprensivo. Y, siempre recuerde tratar a los niños con respeto.
Invitar al niño a acompañar al papa o a la mamá a realizar las diligencias propias del trabajo de ellos (sobre todo en el tiempo libre o de vacaciones)., con la finalidad de que el niño viva el esfuerzo que hacen sus padres, lo cual se traducirá en admiración y gusto por el trabajo, así como el desarrollo de su propia seguridad, para que aprendan a tomar decisiones presentes y a futuro más acertadas.
Finalmente desarrolle límites
Aunque usted no lo crea los niños necesitan límites para sentirse seguros; por esto, asegúrese de fijar esos límites que los ayuden a mantenerse fuera de peligros tanto físicos como emocionales.
Para mantenerlos emocionalmente seguros, fije reglas sobre lo que ellos pueden ver en televisión y, cuando sean mayorcitos, qué sitios de Internet pueden visitar. Estos límites serán puestos a prueba, así que indíqueles a los niños las consecuencias por cruzar dichos límites. Cuando crezcan, los niños podrán determinar las consecuencias que enfrentarán si ellos no se mantienen dentro de los límites fijados.
Esto último debe quedar bien claro.