Francisca Azucena Ruiz Reséndiz ha trabajado por 21 años en mina La Herradura, situada en Caborca, Sonora, donde con una rotaria perfora la tierra a nueve metros de profundidad en búsqueda de oro.
La minera de 40 años de edad, originaria de El Ejido 15 de Septiembre, es una de las más de 266 mujeres que se dedican a la explotación de oro en Minera Penmont, una subsidiaria de la compañía Fresnillo PLC.
Minera Penmont es conocida por ser de las primeras empresas de México en abrir sus puertas a mujeres en áreas administrativas, de almacén, geología, mantenimiento y mina, fomentando la participación femenina en la industria mencionada.
Es por eso que para Francisca Azucena, madre soltera de tres hijas de 17, 15 y 13 años de edad, trabajar en mina La Herradura significa una gran satisfacción, pues ama su empleo que acaba con el mito de que la minería es exclusiva para hombres.
“Ser mujer es lo mejor, por el respeto de mis compañeros, tenemos nuestras llevaderas pero siempre hay respeto, nos tratan muy bien. Al principio sí se sentían celosos de nosotras. Siento yo que ellos no se hacían a la idea de que una mujer puede hacer los trabajos que ellos hacen y ahorita ya están acostumbrados, ya no dicen nada”, detalló Ruiz Reséndiz.
La mujer minera que entró a la empresa por recomendación de un tío, viaja todos los días a las 5:40 horas de El Ejido 15 de Septiembre rumbo a mina La Herradura, no sin antes dejar listo el desayuno a sus tres hijas.
Y aunque el trabajo de campo arriba de la rotaria es muy pesado, tanto que el frío le cala en los huesos y el calor en ocasiones es insoportable, Francisca Azucena continúa realizando con pasión su trabajo por encima de todo.
“Actualmente ando en una rotaria, esta máquina es para barrenar, hace hoyos para volarlos. Me levanto de madrugada para dejarles el desayuno a mis hijas, para que se levanten, se vayan a la escuela ya desayunadas y yo venirme al trabajo.Hago como media hora de camino”, detalló Francisca Azucena.
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Wendy Herrera Alcantar, de 25 años, encargada del área de Geociencia, explicó que su trabajo es de gran responsabilidad, pues supervisa cualquier percance que pudiera ocurrir en el tajo, donde trabaja personal de la mina con maquinaria.
La joven estudió Técnica Superior en Minería en la Universidad Tecnológica de Puerto Peñasco y antes de escoger esa carrera fue víctima de personas que trataron de convencerla que la minería no es un trabajo para mujeres, pero nada la frenó, pues ahora tiene alrededor de un año laborando muy feliz en mina La Herradura.
“Se siente muy bien ser mujer minera. Me siento muy orgullosa porque antes estaban mucho los prejuicios, de que “tú eres mujer, ¿por qué vas a trabajar ahí?”, de hecho antes de entrar a estudiar esta carrera, me preguntaban “¿tú por qué vas a entrar ahí? Tú eres mujer”, tu no eres hombre, ¿Acaso no sabes de lo que se trata la minería? Pero yo ya conozco gente que había trabajado aquí”.
“Yo vengo de El Ejido Álvaro Obregón de la Costa de Caborca, yo conozco mujeres que estaban trabajando aquí manejando yucles, unas máquinas tan enormes y fue como que llamando mucho la atención y aparte de las pláticas que vi en la Universidad y dije: yo también quiero entrar, ¿por qué no voy a poder? Si los hombres pueden, también nosotras las mujeres podemos, claro que sí y aquí estamos demostrando que también podemos”, abundó la joven de 25 años.
Fátima Rendón Menéses, de 36 años de edad, encargada del Departamento de Planeación, quien estudió Ingeniería en Minas en la Universidad de Sonora, explicó que en su área, conformada por 58 personas -53 son hombres y cinco mujeres-, se hacen levantamientos topográficos, además de medir el volumen del material rezagado semanalmente.
“Mis actividades dentro de la mina aparte de estar encargada del Departamento de Planeación es poder llevar a cabo y emplear una visión de cómo se va a estar minando el tajo. Estamos haciendo diseños, los planos del minado, de corto, mediano y largo plazo. Estamos especificando dónde se va a depositar todo lo que viene siendo ese material, a qué proceso va el mineral, dónde se deposita el tepetate, según su clasificación y estamos trabajando con todo lo que viene siendo la infraestructura”, abundó Rendón Menéses.
Mayra García Villa, de 27 años de edad, estudió Ingeniería en Minas y Metalurgia en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); está encargada de brindar seguridad a los empleados, además de administrar los recursos de maquinaria y cuestiones administrativas del personal.
“Vamos apegados a un plan para movimiento de mineral y petate, todo esto en el marco del sistema de gestión Smark, que es bajo lo que nos regimos de Fresnillo PLC, que se enfoca en la seguridad, salud, medio ambiente y relaciones con la comunidad, esto para lograr las metas de producción sin dejar a un lado la cuestión de seguridad, salvaguardando la integridad del personal, brindando las condiciones adecuadas para que se puedan realizar las actividades en pro de lograr nuestra metas”, detalló García Villa.
Ana Laura García Bernal, de 27 años, es facilitadora de Operación en Planta de Lixiviación Dinámica y está encargada de supervisar el proceso que disuelve todo el material como las rocas, del cual se obtendrá el oro.
“Un día normal se sacan los pendientes tanto de operación como de mantenimiento, les damos seguimiento, checamos que el material que estamos procesando tenga la granulometría necesaria para poder procesarlo, después de ahí se van checando todas las variables, desde aquí de cuarto de control para que al final de cuentas podamos moler lo que tenemos por presupuesto y mandar el flujo necesario para obtener el oro que ocupamos, que vendría siendo lo que nos marca nuestro presupuesto por día, más o menos así es un día normal”, abundó.
Estas cinco mujeres mineras están orgullosas de su profesión en la mina La Herradura, quienes siempre reciben el apoyo necesario de sus compañeros de trabajo y han roto el mito de que la minería es solo trabajo para hombres.