Joaquín Sabina abandonó el hospital tras ser dado de alta luego de una operación por un hematoma intracraneal derivado de la caída a un foso ocurrida en el WiZink Center el pasado 12 de febrero, durante un concierto que ofrecía junto a Joan Manuel Serrat.
El músico sufría de un “traumatismo de hombro izquierdo, torácico y craeoencefálico”, según informó el primer parte médico. Además, el cantautor tuvo ligeras fracturas en el hombro, por lo que deberá seguir guardando reposo.
Sabina se encontraba en el Hospital Ruber Internacional desde el 18 de febrero, donde permaneció tras salir de la Unidad de Cuidados Intensivos.
Información tomada de www.marca.com