Este fin de semana, el Juego de Estrellas de la NBA se escenificó en Chicago, la ciudad que por mucho tiempo Michael Jordan llamó su casa. Será realzada con el partido en el que LeBron James y Giannis Antetokounmpo serán capitanes, pero fue predeciblemente y comprensiblemente opacado por el reciente fallecimiento de Kobe Bryant.
Jennifer Hudson, vistiendo con el color púrpura de los Lakers, rindió un tributo a Bryant antes del juego al cantar “For All We Know”. Los jugadores del equipo de James utilizaron el número 2 de Gianna en su jersey y los del equipo de Antetokounmpo usaron el 24 de Kobe. Todos portaron un parche con nueve estrellas, una por cada una de las víctimas del accidente.
Ha sido una de las tradiciones más reverenciadas de la NBA: La mañana del Juego de Estrellas, la liga honra a un jugador retirado en el llamado “Brunch de Leyendas”. Atrae a cerca de 3.000 asistentes y cada año un reciente jugador retirado con un vínculo a la ciudad anfitriona es honrado.
Cuando el juego se realizó en Los Ángeles hace dos años la NBA querían honrar a Kobe Bryant.
Lo rechazó, no podía asistir. ¿La razón? Su hija Gianna Bryant tenía un partido esa mañana.
“Eso te dice todo lo que necesitas saber de sus prioridades”, dijo el comisionado de la NBA Adam Silver el domingo al recordar esa conversación con Bryant.