El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió que su Gobierno iniciará próximamente ataques terrestres contra presuntos narcotraficantes en América Latina, luego de defender la campaña de bombardeos contra embarcaciones en el mar Caribe y el océano Pacífico, acciones que han generado condenas internacionales.
“Adoptamos una postura muy dura, y a la gente le gusta”, declaró durante un evento en la sede del Departamento de Estado. Trump afirmó que “el flujo de drogas hacia nuestro país por vía marítima cayó un 94 por ciento” y añadió: “Estoy intentando hallar de dónde viene el otro seis por ciento, porque tienen que ser las personas más valientes”.
Asimismo, adelantó que la siguiente fase de estas operaciones incluirá incursiones en tierra.
“Empezaremos a hacer lo mismo por tierra, ya que conocemos cada ruta, cada edificio y dónde viven (los sospechosos). Lo sabemos todo sobre ellos”, señaló.

El mandatario sostuvo que “300,000 personas” murieron el año pasado en Estados Unidos por consumo de drogas.
“Es como una guerra, una guerra terrible. No voy a dejar que esto siga pasando”, afirmó, pese a las críticas a su Administración por los bombardeos en aguas internacionales, que han dejado más de 80 muertos.
Trump aseguró recientemente estar “eliminando a esos hijos de puta”, en referencia a los presuntos narcotraficantes, mientras que el secretario de Defensa, Pete Hegseth, afirmó que los ataques en el Caribe y el Pacífico oriental “apenas han comenzado”.

La semana pasada, el presidente publicó su estrategia de política exterior y seguridad nacional para su segundo mandato, en la cual reactivó la Doctrina Monroe de 1823, que establece la preeminencia de Estados Unidos en el continente.
El documento plantea consolidar a Washington como el principal poder hemisférico y evitar la injerencia de actores externos como China, Rusia o Irán.
En este marco, se anunció un “reajuste” de la presencia militar estadounidense en Latinoamérica y el Caribe para contrarrestar la migración irregular y el narcotráfico.
Desde el verano pasado, Trump desplegó un amplio poderío naval en la región y ha destruido una veintena de embarcaciones cerca de Venezuela y Colombia, provocando la muerte de más de 80 personas consideradas por Washington como “narcoterroristas”.
Estas acciones han incrementado la tensión con el Gobierno de Nicolás Maduro, a quien Estados Unidos acusa de liderar el llamado Cártel de los Soles, en medio de crecientes especulaciones sobre un posible ataque al territorio venezolano.
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“Estados Unidos debe ser la potencia preeminente en el hemisferio occidental como condición para nuestra seguridad y prosperidad, una condición que nos permite actuar con confianza donde y cuando sea necesario en la región”, concluyó Trump.
Con informaciones de Europa Press y EFE



