La mexicana Fátima Bosch, de 25 años, se coronó este viernes como Miss Universo 2025 durante la gala final celebrada en Tailandia, un triunfo histórico que vino acompañado de un mensaje contundente: usar la plataforma para servir, inspirar y abrir camino a otras mujeres.
Bosch superó a otras 119 participantes de países y territorios de todo el mundo. El segundo lugar quedó en manos de la tailandesa Veena Praveenar y el tercero para la venezolana Stephany Abasaly. Entre las concursantes destacaron nueve madres, una participante transgénero, una sobreviviente de genocidio y la primera representante de Palestina en la historia del certamen.
Una corona con propósito
Desde las rondas de preguntas, la mexicana dejó claro qué quería hacer con el título:
“Quiero poner mi voz al servicio de los demás”, dijo en una de sus intervenciones, subrayando que su misión será invitar a las mujeres a ser valientes y a marcar una diferencia en los espacios donde se desarrollen.
Horas después de ganar, Bosch amplió ese mensaje en un emotivo texto publicado en X, dirigido a las niñas latinas.
“Crean siempre en ustedes mismas, en la belleza de su alma, de su voz y de lo que son capaces de lograr. Nunca permitan que nadie las haga dudar de su valor”, escribió.
Añadió que los sueños llegan “porque tenemos la capacidad de lograrlos”, aunque el camino no siempre sea sencillo:
“Habrá obstáculos, pero si trabajan duro, lo van a conseguir”.

Un triunfo que aún no asimila
Tras la coronación, Bosch confesó que el logro todavía la desbordaba:
“Me siento súper emocionada, llena de nostalgia, de todo el trabajo y de lo que se vivió en estas semanas. Yo sabía que en esa banda, en México, salía yo; tenía que salir con fuerza a representar a todas las mujeres que creyeron en mí”, escribió.
“Esto es un sueño; creo que lo voy a asimilar mañana. Ahorita solo lo estoy disfrutando”.

La polémica que marcó la edición
Pese a la celebración, la edición 2025 de Miss Universo estuvo rodeada de controversias. Bosch protagonizó uno de los momentos más virales cuando exigió respeto al tailandés Nawat Itsaragrisil, organizador de la gala en Bangkok, después de que este la mandara callar en una transmisión en vivo. El episodio desató críticas internacionales, incluso de la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum.
A ello se sumaron tensiones legales entre los organizadores del concurso y Miss Grand International, además de la renuncia de dos integrantes del jurado en medio de denuncias de supuesto fraude y corrupción.
Inclusión y primeras veces
Al margen de los escándalos, la edición siguió reforzando la apertura que el concurso ha tomado en la última década. Compitieron varias madres —algo prohibido hasta 2023—, la ruandesa Solange Tuyishime, sobreviviente de genocidio, y la vietnamita Nguyen Huong Giang, la única mujer transgénero de este año. También participó por primera vez una representante de Palestina, Nadeen Ayoub.

Las finalistas completaron el Top 5 con Ahtisa Manalo (Filipinas) en cuarto lugar y Olivia Yace (Costa de Marfil) en quinto.
Con una corona que llega acompañada de expectativas y polémicas, Bosch parece tener claro el rumbo: usar su título no solo como un símbolo, sino como una plataforma. Y su primer mensaje, dirigido a las niñas latinas, apunta precisamente hacia eso: poner su voz —ahora más amplificada que nunca— al servicio de los demás.
(Con información de EFE)



