Washington, D.C.- Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, se declaró culpable de cuatro cargos por crimen organizado y tráfico de drogas ante autoridades de Estados Unidos, como parte de un acuerdo de culpabilidad.
La fiscalía estadounidense confirmó que Guzmán López, de 35 años, ha iniciado una colaboración formal con el gobierno de ese país, lo que podría derivar en una reducción de su condena a cambio de proporcionar una “asistencia sustancial” en investigaciones y procesos judiciales.
El hijo del exlíder del Cártel de Sinaloa es acusado de haber participado en una conspiración criminal junto a sus tres hermanos, integrantes del grupo conocido como ‘Los Chapitos’, para traficar toneladas de droga desde México hacia Estados Unidos.
Durante una audiencia realizada el viernes 11 de julio, se confirmó que Ovidio Guzmán ya forma parte del Programa Federal de Protección de Testigos, también conocido como Witness Security Program, como se había adelantado en reportes previos.
Este programa otorga beneficios a quienes colaboran proporcionando información sobre objetivos prioritarios para la seguridad del gobierno estadounidense.
En muchos casos, los testigos ofrecen su testimonio contra narcotraficantes de alto perfil, como Ismael ‘El Mayo’ Zambada y Rafael Caro Quintero, fundadores de los cárteles de Sinaloa y Guadalajara, respectivamente.
Uno de los beneficios que recibirá Guzmán López por su cooperación es que algunos de sus familiares serán reubicados en Estados Unidos bajo nuevas identidades, con apoyo para obtener documentación legal y asistencia para integrarse a la vida laboral.
Cabe recordar que a inicios de mayo, 17 familiares de El Chapo, incluida Griselda López Pérez, exesposa del capo y madre de Ovidio, se entregaron voluntariamente a las autoridades estadounidenses.
El mismo proceso se aplicará a Ovidio Guzmán una vez que cumpla la sentencia que le sea impuesta.
Por otro lado, Joaquín Guzmán López, uno de sus hermanos, también estaría cerca de convertirse en testigo colaborador, y las autoridades estadounidenses han descartado solicitar la pena de muerte en su contra.
Con la voz quebrada, vestido con un overol naranja y esposado, Ovidio Guzmán López reconoció ante la jueza Sharon Johnson Coleman su papel como líder dentro del Cártel de Sinaloa y su responsabilidad en el envío de toneladas de drogas hacia Estados Unidos, incluyendo fentanilo, cocaína y metanfetamina.
Durante la audiencia, Guzmán López aceptó pagar una multa de 80 millones de dólares como parte del acuerdo alcanzado con la fiscalía, que a cambio considerará solicitar una pena menor a la cadena perpetua que normalmente implican estos delitos.
La jueza Coleman verificó que el acusado comprendía las implicaciones legales de su declaración.
Guzmán reveló que padece depresión y se encuentra bajo tratamiento médico, pero aseguró que su decisión fue tomada de forma voluntaria y con asesoría legal.
Los fiscales estadounidenses detallaron que la cooperación de Guzmán López será en tres vertientes: asistencia, información y testimonios.
La audiencia para dictar sentencia fue programada dentro de seis meses, tiempo en el cual deberá demostrar el valor de su colaboración ante las autoridades.
A la salida de la audiencia, Jeffrey Lichtman, abogado de Ovidio Guzmán, declaró en entrevista que desconoce los detalles específicos de la cooperación solicitada por el gobierno estadounidense, pero confía en que se cumplirán las expectativas.
Además, negó que el traslado de familiares de Guzmán López formara parte del acuerdo con la fiscalía.