La tensión entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el magnate Elon Musk alcanzó un nuevo nivel este lunes, luego de que el mandatario amenazara con retirar las subvenciones federales a las empresas del fundador de Tesla y SpaceX, e incluso sugiriera que podría ser expulsado del país si continúa con sus críticas.
“Elon probablemente tendría que cerrar la tienda y volver a casa a Sudáfrica”, escribió Trump en su red Truth Social.
Esto último se refiere a la posible eliminación de incentivos para vehículos eléctricos, una política que afecta directamente a Tesla.
Musk, aunque también cuenta con nacionalidad estadounidense, nació en Sudáfrica.
En declaraciones a medios en Florida, Trump fue cuestionado directamente sobre la posibilidad de deportar a Musk, a lo que respondió: “Lo miraré”. El comentario encendió las alarmas en círculos empresariales y políticos, dada la influencia del empresario en sectores estratégicos como la energía, la exploración espacial y la inteligencia artificial.
Subvenciones bajo amenaza
Trump reiteró que las empresas de Musk se han beneficiado de “muchas” ayudas gubernamentales y sugirió que el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés), del cual el empresario formó parte recientemente, revise los beneficios fiscales y contractuales otorgados a sus compañías.
“Elon podía recibir más subvenciones que cualquier ser humano en la historia. Sin subsidios, se acabarían los lanzamientos de cohetes, los satélites y la producción de coches eléctricos”, señaló el presidente. Agregó que recortar ese gasto “haría ahorrar una fortuna” al gobierno federal.
Trump también justificó su postura asegurando que “nadie quería un coche eléctrico”, a pesar de que en marzo fue visto comprando un Tesla ante las cámaras, en un intento por defender la imagen pública de la empresa.
Intercambio de advertencias
El desencuentro se intensificó luego de que Musk lanzara una advertencia directa a los legisladores republicanos: “Todos los miembros del Congreso que votaron inmediatamente a favor del mayor aumento de la deuda de la historia deberían agachar la cabeza de vergüenza. Y perderán sus primarias el año que viene, aunque sea lo último que haga en esta Tierra”, escribió en su cuenta de X (antes Twitter).
Ante las amenazas de Trump, Musk respondió con cautela: “Es tan tentador escalar esto. Tan, tan tentador. Pero me abstendré por ahora”.
De aliados a rivales
El distanciamiento entre ambos representa un giro notable en una relación que comenzó como alianza estratégica. Musk apoyó la candidatura de Trump en varias etapas de su trayectoria política y participó en comités asesores del gobierno federal. Sin embargo, el actual conflicto pone en evidencia el creciente quiebre entre el empresariado tecnológico y la Casa Blanca.
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Analistas advierten que esta confrontación podría tener repercusiones económicas significativas, particularmente si las amenazas se traducen en recortes a programas federales o restricciones contractuales para compañías como SpaceX, que mantiene acuerdos clave con agencias como la NASA y el Departamento de Defensa.
La Casa Blanca no ha precisado aún qué medidas concretas tomará, pero el propio Trump anticipó que habrá decisiones en los próximos días. “Ya veremos hasta dónde llega esto”, dijo el mandatario.