MADRID, 23 Abr. (EUROPA PRESS).- El féretro del Papa Francisco, fallecido el 21 de abril a los 88 años, fue colocado en la Basílica Papal de San Pedro en el Vaticano para ser velado durante tres días, después de haber sido trasladado desde la capilla de la residencia de Santa Marta este miércoles.
Los arzobispos, obispos, canónigos del capítulo vaticano, penitenciarías menores ordinarias vaticanas y, según el Motu Proprio Pontificalis Domus, todos los miembros del Coro Pontificio, vestidos con el hábito coral propio, se reunieron en la Plaza Santa Marta a las 8:30 horas.
Por su parte, los patriarcas y cardenales, vestidos con sus respectivos hábitos corales, también se congregaron en la capilla de la residencia de Santa Marta a las 8:45 horas.
Pasadas las 9:00 horas, los cardenales salieron de la capilla y se inició el traslado del féretro del Obispo de Roma. Con el sonido de las campanas doblando y entonando diferentes salmos, comenzó la procesión con los restos mortales del pontífice.
Desde el Arco de las Campanas, el féretro salió hacia la Plaza de San Pedro a hombros, descubierto y acompañado por miembros de la Guardia Vaticana, para después entrar en la Basílica Vaticana por la puerta central, donde le esperaba una multitud de personas para despedirse.
Ceremonia en la Basílica
Durante el recorrido por la Plaza de San Pedro, continuaron los aplausos de los 20 mil fieles congregados para despedir al Papa, según cifras proporcionadas por Vatican News.
En torno a las 9:20 horas, comenzaron a entrar en la Basílica los primeros miembros de la procesión de cardenales y obispos, y pasadas las 9:30 horas lo hicieron los restos mortales del Santo Padre. Desde las 11:00 horas, los fieles y peregrinos pudieron dar su último adiós.
El sencillo féretro de madera de Francisco fue colocado casi a nivel del suelo sobre una pequeña plataforma en el altar de la Confesión y bendecido con agua bendita. Posteriormente, el diácono recibió la bendición para proceder a la proclamación del Evangelio de San Juan en latín.
A las 10:00 horas, el camarlengo de la Santa Iglesia Romana, el cardenal Kevin Joseph Farrell, presidió la Liturgia de la Palabra. Al finalizar la ceremonia, comenzaron las despedidas de los cardenales al pontífice. Entre los presentes se encontraba su asistente personal y enfermero de confianza, Massimiliano Strappetti.