El 2024 ha sido un año crucial en materia ambiental. Los efectos del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación han generado desafíos significativos a nivel global y local. Sin embargo, también hemos sido testigos de avances en conciencia ambiental y adopción de prácticas sostenibles. En este cierre de año, es fundamental reflexionar sobre las lecciones aprendidas y definir las acciones prioritarias que debemos implementar para reducir los impactos generados y garantizar un futuro más sostenible.
Este año, el mundo enfrentó fenómenos como el aumento de las temperaturas globales, incendios forestales de gran magnitud y el incremento de desastres naturales como huracanes y sequías. Además, los océanos siguen enfrentando niveles alarmantes de contaminación por plásticos, mientras que la deforestación continúa amenazando los pulmones verdes del planeta.
En el lado positivo, muchos países, empresas y comunidades han intensificado sus esfuerzos para combatir la crisis climática. Se han desarrollado tecnologías limpias, promovido políticas de transición energética y fomentado la participación ciudadana en iniciativas verdes. Sin embargo, queda mucho por hacer.
Para reducir los impactos generados durante este año, es fundamental actuar con determinación. A continuación, presentamos cinco acciones clave que todos podemos adoptar:
- Transición Energética: Acelerar la adopción de energías renovables, reducir el uso de combustibles fósiles y mejorar la eficiencia energética en todos los sectores.
- Reforestación y Conservación: Proteger los bosques existentes, restaurar áreas degradadas y promover la reforestación como medida para capturar carbono y preservar la biodiversidad.
- Consumo Responsable: Optar por productos sostenibles, reducir el desperdicio y practicar la economía circular para minimizar los residuos y el impacto ambiental.
- Educación Ambiental: Fomentar una cultura de respeto por el medio ambiente a través de programas educativos en escuelas, empresas y comunidades.
- Participación Ciudadana: Involucrarse en movimientos y proyectos locales que impulsen el cambio, desde limpiar playas, áreas verdes, programas de reciclaje, hasta exigir políticas ambientales más estrictas.
Aunque los gobiernos y las grandes corporaciones tienen una responsabilidad crucial, cada individuo puede contribuir a un cambio positivo. Pequeñas acciones como reducir el uso de plásticos, usar transporte público o bicicleta, separar nuestros residuos en el hogar, y apoyar a empresas con prácticas responsables tienen un impacto significativo cuando se realizan colectivamente.
Al despedirnos de este año, el compromiso con el medio ambiente debe ser una prioridad global. La tarea de cuidar nuestro planeta no puede esperar.
Juntos, podemos construir un 2025 más esperanzador, donde la armonía con la naturaleza sea el eje central de nuestras decisiones.
Lic. Pamela Ibarra Dávila
Presidenta de Cultura Verde Amor por el Planeta A.C