Por Candelaria González y Francisco Sandoval
Cajeme, Sonora.- A sus 59 años, Rosa Icela Fonseca se enfrentó a una de las batallas más duras de su vida: el cáncer de mama, lucha que no libró sola, pues en todo momento estuvo acompañada de sus nueve mascotas y el amor de su esposo e hijos.
“Tengo ocho mascotas, más bien nueve porque son ocho gatos y un perro, ellos son muy sensibles ante esta situación; se sientan junto a ti, te ven diferente, ellos jugaron un papel muy importante para fortalecerme, nunca te preguntan nada, solo transmiten el amor que sienten por ti y te dan compañía”, relató.
Rosa, al darse cuenta de que sus mascotas percibían su situación, asistía preocupada todas las veces que la sometían a una quimioterapia, incluso llegó a pedirle a Dios que cuidara de los animalitos mientras ella no estaba.
Después de más de un año de tratamiento, Rosa se siente renovada, aunque el camino no ha sido fácil: “Las quimioterapias terminaron en octubre de 2023”, recordó.
Si bien mientras sufría del cáncer de mama, y con la incógnita si de los tratamientos serían efectivos, Rosa explicó que tuvo momentos de debilidad, no obstante, y a pesar del sufrimiento, supo encontrar en sus rezos a Dios.
Expresó que el apoyo de su familia ha sido otro pilar fundamental en su recuperación; afirmó que su esposo, siempre a su lado, ha mostrado una paciencia y amor que solo se forjan en los momentos más difíciles: “Él ha estado allí, tratándome con la ternura que merecen estos tratamientos”.
Con una nueva perspectiva de la vida, Rosa, ahora a sus 60 años, lleva una rutina más balanceada, siguiendo las indicaciones médicas y valorando cada día como un regalo.
Sin embargo, no olvida la importancia de la prevención: “A todas las mujeres les digo: explórense, vayan al médico si notan algo irregular. No esperen; esto puede salvarles la vida”, enfatizó con voz firme.