FILADELFIA (AP) — El presidente estadounidense Joe Biden aceptó el respaldo de al menos 15 integrantes de la familia política Kennedy durante un acto de campaña en Filadelfia el jueves, cuando pretende socavar al expresidente Donald Trump y marginar la candidatura independiente de Robert F. Kennedy Jr.
Kerry Kennedy, una hija del exsecretario de Justicia Robert F. Kennedy, sobrina del expresidente John F. Kennedy y hermana del actual contendiente presidencial, dio en Filadelfia el respaldo a Biden, al que llamó “mi héroe”.
“Queremos dejar muy claro nuestro sentimiento de que el mejor camino a seguir para Estados Unidos es reelegir a Joe Biden y Kamala Harris por cuatro años más”, dijo.
Nunca mencionó directamente a su hermano, pero insistió en que “sólo hay dos candidatos con alguna posibilidad de ganar la presidencia” este año, enmarcando la campaña como una elección entre Biden y Trump, sin espacio para un tercer contendiente.
Biden, que tiene un busto de Robert F. Kennedy en la Oficina Oval, dijo que los respaldos eran “un honor increíble”. Señaló que Trump, el virtual candidato republicano, era una amenaza para las tradiciones democráticas de Estados Unidos y que “ahora es el momento de seguir adelante y no desacelerar porque hay mucho en juego”.
La decisión de resaltar el respaldo de la familia Kennedy a más de seis meses del día de las elecciones es un indicio de qué tan en serio toma el equipo de campaña de Biden la amenaza de que una apuesta arriesgada utilice potencialmente la persistente magia demócrata de su apellido para desviar el apoyo al presidente.
Kennedy Jr. minimizó los respaldos y escribió en las redes sociales que su familia estaba “dividida en opiniones, pero unida en nuestro amor mutuo”. Destacó que su campaña tiene como objetivo “sanar a Estados Unidos”.
Dadas las quijotescas posturas políticas de Kennedy Jr. y la expectativa de que la campaña de este año se decida por estrechos márgenes, tanto a demócratas como a republicanos les preocupa que pueda desempeñar el papel de saboteador.
Biden aprovechó el evento, que cierra una campaña de tres días en un estado clave para su campaña de reelección, para mantener además la presión sobre Trump.
“La visión de Donald Trump es de ira, odio, venganza y retribución”, dijo Biden, y agregó: “Tengo una visión muy diferente de Estados Unidos, una de esperanza y optimismo”.
Después del evento, Biden agradeció a unas tres docenas de partidarios y voluntarios que se estaban preparando para llamar vía telefónica a los votantes o tocar puertas para su campaña.
“Lo que están haciendo aquí es más grande que yo, más grande que ustedes, más grande que todos nosotros juntos. Se trata de en qué tipo de país van a vivir nuestros hijos”, sostuvo Biden.