Aunque el Gobierno federal se empeña en afirmar que la violencia en nuestro país va a la baja, la terca realidad nos “golpea en la cara” todos los días.
No hay jornada en que no conozcamos sobre hechos violentos en diversas regiones del país como ejecuciones, desapariciones, robos con violencia, feminicidios, masacres, descubrimientos de fosas clandestinas, linchamientos, entre otros acontecimientos que nos hacen dudar que las cosas realmente estén mejorando.
Por su parte, el oficialismo “festeja” que en 2023 se registraron 30 mil 523 víctimas de homicidio doloso y feminicidios, lo que es un 4.4% menos que en 2022, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Así, los encargados de la seguridad y el Ejecutivo federal prefieren minimizar los hechos violentos que conocemos todos los días en las noticias y, de la estadística oficial, optan por ignorar las más de 171 mil víctimas de homicidio que acumula este sexenio, convirtiéndolo en el más mortífero de la historia moderna del país.
Por ello, resulta muy revelador el Informe Anual de Atrocidades 2023, elaborado y presentado esta semana por la organización “Causa en Común”, y donde se consigna un repunte de los hechos de violencia de alto impacto durante el año pasado.
De acuerdo con el documento, en 2023 los medios de comunicación registraron en todo el país un total de 6 mil 738 atrocidades, un 8.4% por arriba de las 6 mil 217 contabilizadas en 2022.
Vale la pena precisar que se considera como “atrocidad” el uso intencional de la fuerza física para causar muerte, laceración o maltrato extremo; para causar la muerte de un alto número de personas; para causar la muerte de personas vulnerables o de interés político, y/o para provocar terror.
Entre los hechos que el organismo considera como atrocidades figuran: masacres, descubrimientos de fosas clandestinas, mutilaciones de cuerpos, torturas, linchamientos, violaciones agravadas, desplazamientos forzados, entre otras situaciones.
Así, en 2023 el número de víctimas de estas atrocidades reportadas en México por los medios de comunicación ascendió a 12 mil 395, un 14.8% más que las 10 mil 799 contabilizadas en 2022.
Las tres atrocidades más registradas son: torturas (1,789), asesinatos de mujeres con crueldad extrema (935) y mutilaciones y descuartizamientos (645).
El estado con mayor ocurrencia de atrocidades fue Baja California con 514 contabilizadas y, en el caso de Sonora, ocurrieron un total de 187, con 533 víctimas.
Destaca el incremento que tuvo el descubrimiento de fosas clandestinas a nivel nacional, que pasó de 290 en 2022 a 297 en 2023.
Pero en el caso de Sonora, los descubrimientos de fosas clandestinas se dispararon un 60%, al pasar de 30 en 2022 a 48 en 2023.
Con este resultado, Sonora fue el estado donde se descubrieron más fosas clandestinas en todo México, por arriba de Guanajuato y Jalisco, en segundo y tercer lugar, respectivamente.
En cuanto masacres, que es cuando se asesina en un mismo hecho a tres o más personas, el estado con más registro fue Guanajuato con un total de 57. En Sonora fueron consignadas 19.
Finalmente, en mutilaciones y descuartizamientos el primer sitio del país lo tuvo Guerrero con 78 contabilizadas durante todo el 2023. En Sonora, el año pasado los medios de comunicación registraron 12 de estos hechos.
Queda claro que por la coyuntura electoral el Gobierno de la 4T busca a toda costa “cubrir el sol con un dedo”, pero estos datos nos recuerdan una vez más que la violencia en México no está domada.
Incluso, estas cifras ponen en duda los datos de reducción en los homicidios dolosos, lo que en realidad pudiera deberse a un subregistro de víctimas y no a una disminución de la violencia, y por lo tanto podrían ser cientos o incluso miles los cuerpos que hoy esperan ser descubiertos en fosas clandestinas en varios estados del país.