Rompiendo con la cuarta pared en su ingreso a escena, Jesús Ochoa, “el Chobi”, pasa entre el público de El Mentidero, bromeando, saludando, encontrándose con esa gente que lo vio salir de Sonora para conquistar el cine, la tele y el teatro nacional. En escena, Sergio Galindo, en su papel de Melitón, espera a su amigo y cómplice de viejas andanzas. Con “Fruncidos” regresa a los escenarios sonorenses el querido “Chobi” Ochoa, lo hace con un teatro lleno y cargado de una historia íntimamente ligada tanto al actor como al personaje.
El Mentidero es ya un referente nacional del teatro que se hace en la república, pero a diferencias de otros espacios que están en su mayoría en la capital del país, la casa de la Compañía Teatral del Norte, es un recinto cultural independiente que tiene sus raíces en nuestra región, en nuestra forma de hablar y en el universo de la sierra sonorense que nace del imaginario colectivo a través de la pluma del maestro Galindo. La temporada de “Fruncidos” es más que el regreso de Jesús Ochoa al teatro regional que lo vio nacer como actor, es la consolidación de una nueva etapa de la Compañía Teatral del Norte y de su recinto en el centro histórico de Hermosillo.
En escena, el reencuentro de “El Chobi” y Sergio Galindo, o del Chato Domínguez y el Melitón, los dos personajes serreños del universo teatral de la Compañía Teatral del Norte, nos lleva a los recuerdos de un mundo rural repleto de nostalgia, en donde quedan estampados como retratos en sepia aspectos del Sonora de antaño: la afición por el béisbol, los bailes de debutantes y de los pueblos, e incluso la zona rosa de Hermosillo.
Los dos amigos recuerdan sus aventuras de juventud mientras enfrentan la noticia de un problema de salud que uno de ellos padece. Un sobre cerrado que llega desde la ciudad de Hermosillo se convierte en el detonante para que el Chato y el Militón saquen a pasear los fantasmas de sus esposas y la nostalgia de los momentos que pasaron junto ellas, tantos los buenos, como los dolorosos.
Fruncidos es un homenaje a las amistades profundas, las que duran toda una vida, que nacen en la infancia, crecen y acompañan tanto en la juventud como en la edad adulta, para seguir hasta el final, hasta llegar “a la mar”.
Tanto el Chobi como Sergio dan una muestra de toda su experiencia en los escenarios en dos actuaciones memorables, las de dos veteranos en su máximo nivel actoral, donde es casi imposible reconocer cuando el actor es personaje y cuando el personaje es también el actor. Y es que es inevitable hacer asociaciones entre la vida de los personajes ficticios y la de los dos actores que en sí ya son también personajes centrales de la vida cultural de Sonora.
Dirigidos por Paulo Galindo, los dos veteranos del teatro sonorense, depositan su confianza en la nueva generación que está llevando a la Compañía Teatral del Norte a un nuevo nivel de profesionalismo, pero también consolidando una tradición teatral profundamente arraigada en nuestra región. Si “Los huevos rancheros” de la Compañía Teatral del Norte han sido una tradición de estas fechas, con llenos año tras año, “Fruncidos” está destinada en convertirse a dejar marcado al público teatral con la misma profundidad y arraigo como esas primeras puestas en escena que de donde emano el universo donde nació el Chobi personaje que ahora conoce todo el país.