El gobierno de México publicó la narrativa del caso Ayotzinapa que presentó a familiares de los 43 normalistas, y donde resaltan tres posibles causas de la desaparición de los estudiantes.
Además, añaden en el documento de 34 páginas la participación de autoridades locales, estatales y federales.
-La confusión de los ‘Guerreros Unidos’ respecto a la presunta infiltración de ‘Los Rojos’ entre los estudiantes.
-La intención de dar un escarmiento a los estudiantes en un contexto de amenazas de parte del alcalde José Luis Abarca y Guerreros Unidos, tras las protestas y destrozos al palacio municipal de Iguala, por la desaparición y asesinato de los dirigentes sociales Arturo Hernández Cardona, Ángel Román Ramírez y Félix Rafael Bandera.
-Y, El trasiego de drogas y la eventual presencia de droga, armas o dinero en alguno de los autobuses tomados.
En el escrito se habla que los grupos de la delincuencia organizada tenían un “importante nivel de penetración y cooptación de las autoridades”.
Esto fue un factor que ‘facilitó’ y perpetró la desaparición forzada de los 43 normalistas.
También había ‘vínculos’ entre elementos de la Policía Federal y el ejército que operaban en la región de Iguala con Guerreros Unidos.
Derivado de diversas declaraciones de distintos testigos, así como mensajes de texto aportados por la DEA, se vinculan con Guerreros Unidos el entonces Coronel José Rodríguez Pérez, Comandante del 27 Batallón de Infantería con sede en Iguala, el Capitán José Martínez Crespo y el entonces Coronel Rafael Hernández Nieto, Comandante del 41 Batallón. Conforme a estas declaraciones, algunas brindadas en procesos judiciales en Estados Unidos, estos elementos recibían dinero de Guerreros Unidos, proveían armas y municiones, facilitaban el trasiego de drogas y brindaban protección al grupo delictivo.