Partido del Trabajo (PT) y Partido Verde Ecologista de México (PVEM) defienden su título como partidos bisagra al entregarse de una forma total al oficialismo, para que los haga suyos, y a sus votos, también otra vez en el próximo Congreso, sin importar colores ni ideologías, a cambio de ganancias que permiten a sus líderes vivir a cuerpo de rey.
Con Gerardo Fernández Noroña como aspirante a la candidatura presidencial en el juego simulado de proceso interno para sacar coordinador de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación de cara a la elección presidencial de 2024, el partido de Alberto González Anaya garantiza la coalición y algo más.
Anaya está haciendo reuniones semanales para negociar candidaturas tempranas basadas en el acuerdo político con Morena y fortalecer su red nacional, pues se siente seguro de que el partido de López Obrador le va a tener que repartir espacios para conservar su bancada en el Senado y Cámara de Diputados.
Si no lo cree hay que darse una vuelta este miércoles a las 20 horas, como cada semana, en avenida Cuauhtémoc, colonia Roma, para ser testigo del desfile de personajes que vienen de estados donde el PT tiene presencia y que deben esperar hasta cinco horas para ser recibidos. Ahí se festeja que cualquiera que sea el resultado entre la competencia de Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López, el líder Anaya ya ganó por adelantado al igual que los del PVEM.
La coyuntura hace vigente la caricatura aparecida en un diario nacional cuando Jorge Emilio González vendía caro su amor a Roberto Madrazo para acompañarlo en su candidatura presidencial por el PRI, después de que el llamado Niño Verde, quien por cierto se atiende un cáncer en EU, venía de romper con Vicente Fox, a quien el PVEM respaldó en el triunfo del 2000.
Repudiados los supuestos ecologistas por el lopezobradorismo y por Mario Delgado, presidente de Morena, al exhibir las “porquerías de la política” por los pactos entre PRI-PVEM, ahora volverá a repartir el pastel en que se ha convertido el escenario político en la asociación Morena-PVEM.
En el mismísimo PVEM bien saben que al senador Manuel Velasco no le alcanza ni en sueños para salir del fondo de la tabla de entre las seis corcholatas presidenciales de Morena. Pero la estrategia consiste en sentarse en la mesa de negociaciones para mantener la rentabilidad política y pelear por los espacios, como lo hizo desde la creación del partido la familia González Torres con el PAN y PRI. Actualmente, el Verde tiene seis senadores y 42 diputados federales, nunca les había ido mejor, mientras PT cinco senadores y 33 diputados. Pero cada líder quiere más.
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UPPERCUT: La magistrada Janine Otálora no podía cambiar su criterio sobre los “mecanismos inventados” electorales para tratar de evadir la violación a la Ley y adelantar sus campañas. Por eso su proyecto va en ese sentido para que el Frente Amplio frene la simulación de su proceso para designar candidato presidencial. Ahora tocará al pleno aplicar el mismo criterio para Morena y su coordinación de Defensa de la 4T y que todo siga como está.
POR ALEJANDRO SÁNCHEZ
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