Los Ángeles, 3 de mayo (LaOpinión).- Luego de darse a conocer el arresto de Francisco Oropesa, el principal sospechoso de la matanza de cinco ciudadanos hondureños en una comunidad de Cleveland, Texas, autoridades del condado San Jacinto confirmaron la captura de más personas relacionadas al caso.
Tim Kean, subdirector de la oficina del Sheriff del condado de San Jacinto, no reveló el número exacto de personas arrestadas, pero dijo que eran menos de cinco y confirmó que ya fueron fichados y están en prisión.
Aunque hasta el momento se desconocen la identidad y los cargos que estas personas enfrentan, NBC News informó que una mujer con el nombre de la esposa de Oropesa figuraba bajo custodia en la cárcel del condado de Montgomery desde la madrugada del miércoles.
Esta persona fue arrestada por el cargo de obstaculizar la detención y/o procesamiento de un delincuente conocido, según muestran los registros.
Kean también reveló que las autoridades creen haber recuperado el arma con la que se cometieron los homicidios, pero un examen de balística determinará si efectivamente fue la usada para disparar contra las cinco víctimas.
El oficial adelantó también que otros arrestos están pendientes, dependiendo de la investigación en curso.
Respecto a la captura de Oropesa, detalló que desde el lunes 1 de mayo, cuando hubo todo un despliegue de más de 30 vehículos de agencias del orden y un helicóptero en la autopista 105, tuvieron confirmación de que el sospechoso iba a pie, pero le perdieron el rastro.
Posteriormente fue localizado en una vivienda ubicada en 16322 Summer Hollow Dr., en Conroe, alrededor de las 19:00 horas del martes 2 de mayo. “Estaba escondido en un closet, debajo de ropa sucia”, dijo el sheriff Greg Capers, durante una rueda de prensa.
Por su parte, el alguacil del condado de San Jacinto, Greg Capers, confirmó que la persona que dio al FBI la información que condujo a la captura recibirá una recompensa de 80 mil dólares.