La Universidad de Sonora, a grandes pinceladas
Breve ensayo / III y última.
La Universidad es -desde Platón, en los jardines de Acandomo- privilegiadamente espiritual.
En mis colaboraciones anteriores: Apreciada como “la niña de los ojos del pueblo” que festejará su 81° aniversario, la Universidad de Sonora acompaña, a la nación, en la otra transición y en ¿la cuarta transformación? (AMLO dixit.); ¿cuántos –órganos de autoridad, docentes, alumnos y trabajadores- conocen los avatares de su historia, tradiciones y legado de oro? Ofrecí pinceladas históricas, recordé que nuestro Noroeste novohispano llegó muy tarde al humanismo…
XXIV. Año de 1993. Jorge Luis Ibarra Mendívil regresa de su exilio obligado en el DF con su Maestría de la UAM, como director académico y rector de El Colegio de Sonora. La Junta Universitaria -entronizada por la Ley 4 del gobernador Manlio Fabio Beltrones- lo elige Rector (designa vicerrector al Oceanólogo Pedro Ortega Romero, cabeza del grupo “los químicos”). Avance oficial: https://rectoria.unison.mx/jorge-luis-ibarra-mendivil-1993-2001/
En este año asume la gubernatura el Lic. Armando López Nogales, egresado nuestro, el más respetuoso de la autonomía.
XXV. Años 2001-2023. En 2001 es electo rector Pedro Ortega Romero y reelecto en (2004). Avance oficial: https://rectoria.unison.mx/pedro-ortega-romero-2001-2009/
Le sucedieron el Dr. Heriberto Grijalva Monteverde, de Ciencias Químicas. Avance oficial: https://rectoria.unison.mx/heriberto-grijalva-monteverde-2009-2017/
El Dr. Enrique Velásquez Contreras, de Ciencias Químicas. Un académico y caballero, no informa avance: https://rectoria.unison.mx/enrique-fernando-velazquez-contreras-2017-2021/
En 2021 es electa, por la Junta Universitaria, la Dra. Rita Plancarte (2021-2025), de Humanidades. Ojalá apoye a la tradicional y representativa Banda de Música y reabra el Canal 8 de TV. Primer informe anual oficial: https://planeacion.unison.mx/informe_actividades.htm
Rebasa mi propósito original, dejo pendiente mi juicio personal sobre ellos.
XXVI. Hemos luchado por que sus problemas los resuelva una nueva Ley, pero muchos permanecen. El cambio de la ley no cambia la realidad, el cambio está en la educación y cultura técnica y ética de los operadores, intérpretes y aplicadores del Derecho universitario, orden coactivo y concreto de conducta. La paciente Historia juzga a cada Rector y a todos nosotros. Ni el asambleísmo de antaño ni la designación por 15 notables, satisfizo; las academias y la Junta no vivieron en comunión, sino incomunicadas, atravesadas por su contradicción de intereses y perspectivas, desde las cuales interpretaban SU realidad. Una nueva y ecléctica fórmula era demandada y debió ser considerada.
Fundada por un humanista y filósofo, el maestro de América José Vasconcelos, es absurdo que imperen las ciencias del mar y de la tierra; que impere la Técnica y no el Espíritu búho; y ni tan siquiera se enseñe la carrera de Filosofía y -a conciencia, su parte más importante-, la Ética Profesional.
Vivimos un México otro y otra debe ser la Universidad de Sonora. Semillero de otras Instituciones que, ecuménicamente, con eficiencia, complementan la educación superior del otrora ignoto noroeste de Aridoamérica.
Disculpas por la superficialidad, imprecisiones y omisiones memorísticas. Ganan la emoción y el tirano espacio, es materia de libros de Historia. Amén de que es riesgosa la crónica, cuando vivimos algunos protagonistas.
Cada rector ha recibido la antorcha (que “todo lo ilumina”, reza el escudo) de quienes, desde los 40s del siglo pasado, autoridades y maestros, contribuimos para sostener una institución eminentemente humanista, popular pero eficiente, auditable, transparente, incluyente y de excelencia; con continuidad pero sin continuismo; que saque de cuajo, de nuestra mentalidad, la fatalidad de Universidad de Tercer Mundo, donde la ley que impere no sea “la del mínimo esfuerzo”; y que derrame sabiduría, con un plan a largo plazo, para que hagamos real su grandeza.
Hoy tiene una matrícula de 44,116 estudiantes en 119 programas educativos, 50 de posgrado, cursos de 10 idiomas y 4 talleres libres de arte. Está entre las 8 o 15 mejores del País, dependiendo de las mediciones.
XXVII.- Después de una lucha de décadas de profesores para reformar o derogar la Ley 4, de un proceso legislativo de pocas semanas, de incompleto parlamento abierto, de marchas ante el Congreso del Estado, éste promulgó la Ley 169, vigente apenas desde el pasado lunes 6 de marzo y sus órganos de gobierno aprestándose para operar su perentoria transición.
Observaciones preliminares: La Iniciativa la envió el gobernador Durazo “con la asistencia del Dr. Álvaro Bracamonte”. ¿Pero sólo? No aparece ninguna Comisión Redactora, como debe estilarse en todo código jurídico. ¿Quiénes son, para bien o para mal?
La rectora Rita Plancarte había estado de acuerdo con la designación de la primera Junta de gobierno por el Congreso del Estado, porque “sería sólo la primera vez”. Atinadamente fue eliminada.
El líder del STAUS manifestó: “Los búhos hicimos historia. Estoy muy emocionado por la vigencia”. ¿Refleja el sentir de todos sus 1,723 miembros? Del STEUS, ni sus luces.
XXVIII.- Tengo para mí que la justicia docente interna depende del trato a los Técnicos Académicos y a los profesores de asignatura (MHS), aquellos cuyas familias dependen 100 % de su salario, menguado cada año por la inflación de 7.8 % que está de vuelta. Por eso el emplazamiento a huelga constitucional y legal. Oigamos una voz del Staus: “Hay dos universidades, una es la de los profes de asignatura que formamos buenos profesionistas para bien del Estado, la otra de los ricos, la burocracia dorada y algunos MTCs infértiles de concursos a modo -con honrosas excepciones- que sólo se hacen más ricos a costa del presupuesto y de los universitarios”.
XXIX. LAS CRÍTICAS.
Favorables: Hugo Aboites, La Jornada, “Dentro de todo, una transformación universitaria”. UAM-X:
“… Hoy hay nueva Ley Orgánica porque las y los diputados reconocieron que el cambio era necesario para resolver el “claro desfase entre el crecimiento de la Universidad de Sonora y su Ley Orgánica, que –decían– puede estancar la evolución de esta valiosa institución sonorense” (iniciativa, p. 10). En 30 años (casi 50 en la UAM y 80 en UNAM) no había sufrido cambio. Reconocieron que había cambios importantes dentro y fuera de la institución, frente a los cuales había que definirse: derechos humanos, demanda creciente de participación y mayor democracia, social e institucional, de inclusión, gratuidad, y construcción de una comunidad más libre, igualitaria y democrática, cambiar a otra manera de construir y ejercer el poder.
Desaparecido en la ley el núcleo estratégico más fuerte y lejano de poder, la junta, la comunidad sonorense puede, por votación, definir la terna donde el Colegio Universitario (consejo universitario), con representación de todos los sectores, designará a el o la rectora. La apertura del poder a todos es parte central de la idea de que la universidad no es una eficiente máquina en manos de gerentes que organizan la generación de conocimientos y de hombres y mujeres útiles para la producción; que es una comunidad compleja, parte de la sociedad dañada por el neoliberalismo. Y donde para cambiar la sociedad también hay que cambiar la universidad.
La mayoría de los diputados locales, precisamente por no provenir de viejas estructuras partidarias (el PAN y MC-ex PRI votaron en contra), tuvieron la sensibilidad suficiente para captar y resolver ese desfase. Pero no hubo generación espontánea, desde hace mucho estudiantes y académicos, sobre todo del sindicato, habían venido trabajando e impulsando acciones para hacer conciencia y crear organización. Y esto se coronó en marchas festivas, en sucesivos encuentros y cambios de redacción con los diputados y en una nutrida y favorable votación.
Abrir las puertas del poder, así sea un poco, también es dar paso a pensar otras sucesivas e importantes transformaciones: la gratuidad real (ya no la del nunca jamás), derecho efectivo a la educación, prioridad a los/las más excluidas, y un proceso educativo en libertad y creatividad. Magnífica contribución de la comunidad Unison a la historia y al presente de este país.”
Desfavorables.
Las más calificadas y representativas son las de los ex rectores Marco A. Valencia, Ibarra Mendívil, Ortega Romero, Grijalva Monteverde y Velásquez. Meritorias la cobertura en TV de Ruiz Quirrín y la radiofónica de Juan Carlos Zúñiga.
Desde el propio Congreso, la de la única con sangre búho en sus venas, diputada del MC Rosa Elena Trujillo: “Estaba planchada y se trató de una simulación legislativa”. Ella, con los ex priístas y de MC, Natalia Rivera y “Pato” de Lucas votaron en contra.
Del Dr. Ramón Pacheco Aguilar. “Si la Ley 4 tuvo en su momento una justificación y un modelo académico exitoso que se alcanzó, la nueva carece de ambos. Una verdadera pena. Ahora Unison, tu suerte ha sido echada”. “Prácticamente, se trató de un golpe de Estado”. (Portal Correo, Análisis y Perspectivas, https://correorevista.com/columnas/practicamente-un-golpe-de-estado/ ).
XXIX.- Sea lo que fuere honremos todos, desde nuestros ámbitos de deberes, la memoria -de entre nuestros padres fundadores-, de Leopoldo Ramos, quien leyó su poema un 12 de octubre de 1941:
ALMA PARENS
Una idea venida/
sobre el ancho azul del pensamiento,/
tiene puerto en el alma de Sonora/…
Héctor Rodríguez Espinoza
