Hermosillo, Sonora. 08 de marzo de 2023.- Cristina incursionó en el activismo medioambiental hace cinco años, motivada por dejarle un mejor futuro a su hijo; hoy ayuda a generar menos residuos en carreras deportivas, a reciclar en apoyo a niños con cáncer y jóvenes con lupus, y a fomentar la cultura de una ciudad más verde.
Lourdes Cristina Morales Figueroa, presidenta de la agrupación Hermosillo Plogging, comenzó en 2018 replicando una práctica que nació en Suecia y que combina el ejercicio al aire libre con recoger desechos del suelo durante el trayecto.
“Este proceso ha sido muy variado. Entramos en 2018 y fue un boom, hicimos el récord mundial y logramos que 2 mil personas de manera simultánea ploggearan el 8 de diciembre del 2018.
A partir de ahí han habido subidas, bajadas, de todo. El empezar a tratar de hacer estos cambios en la conciencia, ir deseducando y reeducando a las personas te podría decir que ha sido complicado”.
Dijo, “cada persona es diferente, cada pensamiento, cada historia y no podemos darle el mismo discurso y la misma técnica a todos”.
Con el paso de los años, Hermosillo Plogging se ha transformado y su campo de acción se ha ampliado, uniéndose a otros grupos sociales y ambientalistas, reforestando, impartiendo talleres, pláticas y más.
¿Su principal motivación? Su hijo de 11 años, quien la acompaña en algunas de las actividades y para quien desea dejar un mejor futuro, un lugar en el que pueda disfrutar de todo lo que Cristina disfrutó mientras crecía.
“Ya como Cristina, a mí lo que me tiene aquí es mi hijo. Muchas veces me preguntan ‘¿cómo le haces para el día siguiente levantarte y decir que vamos a poder otra vez?’ y yo les digo, es que abro los ojos, volteo a mi lado y veo a mi hijo.
Realmente yo sí quiero un espacio mucho más lindo, le platico y le digo: si tú supieras lo que yo viví cuando tenía esa edad, el recorrer las calles, respirar y ver otras cosas, a mí me encantaría volverle a presentar un mundo quizá no igual pero que pudiera sentir eso que yo sentí esos años”.
“Que lo acompañaran esos bonitos que me acompañan a mí sería mi mejor regalo, entonces él es mi motor, el que me alimenta, el que me tiene aquí y curiosamente él fue el que trajo la separación de residuos a mi vida desde su escuela, me enseñaba, ha sido mi maestro y ahí vamos peloteando conocimientos”, compartió.
En el camino, ha conocido a otras mujeres también importantes que se han unido con el sueño de crear una ciudad más sustentable, más sana, más consciente de sus acciones y que, más que compañeras de lucha, se han convertido en hermanas, en familia.
“Primero son conocidas, después se vuelven amigas y al final somos una familia verde, ¿y qué hacemos? Vamos en comunidades, el ser humano siente, por naturaleza tenemos emociones. A la mujer se nos da esa parte, entonces esa sensibilidad la transmitimos de una manera diferente y creo que ese puede ser el secreto.
El hombre hace su labor, y la verdad yo admiro bastante a mis compañeros hombres y ellos a nosotros a su vez, entonces hemos logrado un equilibrio entre colectivos, entre activistas, se ha hecho esta mancuerna muy bonita y vamos en equipo”.
Agregó, “pero la mujer desde el principio de los tiempos es esa comunicación y esa complicidad con la naturaleza que se nos da de manera natural, hacemos un papel muy importante sin quitarle mérito al trabajo masculino”.
Sin duda, por su trabajo y por su dedicación, Cristina se ha convertido en una de las mujeres referentes del cuidado ambiental en Hermosillo y en Sonora, cruzando los límites de la capital sonorense para llevar estas acciones a otros municipios.