Hermosillo, Sonora.- Los perros de búsqueda son de gran importancia para la localización de personas desaparecidas tras desastres naturales y derrumbes, pues tiene el “super poder” del olfato, que la tecnología aún no iguala.
El entrenador de perros, Ernesto Figueroa, pertenece a la red de S-B Mantrailing México y es director de la División Sonora, enfatizó la importancia de entrenar a perros para este tipo de emergencias radica en que su capacidad de olfato es 60 veces mejor que la de los humanos, y puede localizar fuentes de aromas a grandes distancias.
El adiestramiento en perros de trabajo comienza desde los dos meses de edad y tienen muchos cuidados, pero junto a los canes, los rescatistas humanos también tienen un entrenamiento especial para que ambos fortalezcan un vínculo y creen un binomio.
De esta manera, el rescatista aprende a leer al perro y este puede informarle a su entrenador lo que encontró, según sea el caso.
“El humano tiene que aprender a leer al perro a la hora del marcaje, si se confunde o si no está localizando; se ocupa de que haya un vínculo entre el binomio.
No es que el perro se entrene y ya cualquiera lo pueda manejar, tiene que haber entrenamiento de la persona también”, aclaró el entrenador.
Durante los rescates, los perros deben de trabajar entre 15 y 20 minutos, ya que deben descansar las almohadillas porque caminan entre escombros y reposar la nariz, ya que son los dos recursos más indispensables durante la búsqueda y rastreo.
“El perro va percibiendo las partículas de aroma según como esté corriendo el aire.
El tiempo de trabajo de cada perro depende de la situación, en ocasiones 15 minutos, a veces 30, o hasta donde el perro diga por eso es muy importante estar al pendiente de él y darle los descansos”, mencionó Ernesto Figueroa.
Una vez que el perro haya tomado su descanso, se debe revisar que no tenga ninguna lesión en las almohadillas u otras, ya que caminan en pedazos de concretos, con varillas o tuberías, además la relación del binomio es indispensable para esta labor.
S-B Mantrailing Sonora, dirigida por Ernesto, colabora con Topos México, una brigada de rescate que surgió en 1985.
Los voluntarios son capacitados para acudir en la atención de desastres naturales en México y otros países, misma que ha entrenado en dos ocasiones a Camiso Club, escuela canina fundada por Figueroa.
En Sonora, son pocos los perros de búsqueda y localización que existen.
Ernesto Figueroa tiene 3 perros adiestrados para búsqueda y rastreo: Enzo, Tito, y Rolo, viven en Hermosillo y siguen los pasos de la perrita rescatista Frida; además cuentan con certificaciones nacionales e internacionales para ejercer esta labor.