Generalizar se refiere a una distorsión cognitiva, y tiene que ver con una situación que vive la persona; donde a partir de ese momento, se queda con miedo, con angustia, ansiedad y hasta frustración por esta distorsión.
Pero, además no necesariamente tiene que ver con la realidad actual; porque puede haber cierta razón y haya pasado por un proceso difícil en su vida en donde no se cumplieron sus expectativas; lo que no significa, que siempre le vaya a suceder lo mismo, ni que todas las personas sean iguales.
Recordemos la importancia del diálogo constante que se tiene con uno mismo y que la mayoría de las veces no se es consciente de ello.
Hay una frase muy interesante al respecto que dice “no es lo que te pasa lo que genera el problema, sino que te dices con respecto a lo que te pasa” o “que haces con eso que te pasa”
¿Te quedas lamentando? ¿te enojas? ¿maldices? ¿guardas rencor? y esto, entre otras cosas se convierten en una limitante y además, puede llegar a ser un obstáculo para el desarrollo de la persona.
Al no resultar lo que esperaba, puedes sentir que le mintieron, te engañaron, te traicionaron, te usaron; esto pasa en las relaciones entre las personas, en la convivencia día a día.
Y es, ese dialogo interno el que es necesario conocer, para que para que fluya la energía y lograr así, los propios objetivos y metas.
Recordemos que a través del pensamiento se genera lo que se es hoy y lo que seremos mañana.
Por lo que, es importante primeramente reconocer que todos tenemos una historia diferente y por lo tanto cada ser humano responde de manera distinta.
Si bien es cierto, en esencia somos iguales, en presencia somos distintos. tenemos genes, ambientes, historias, amigos y parientes, diferentes.
Somos diferentes en la forma de responder, porque cada quien asimila y transforma las vivencias, en función de como ha sido su existencia.
Hay un principio universal que dice: nadie es tan bueno tan bueno, que no tenga algo malo; ni tan malo, tan malo, que no tenga algo bueno.
“hagamos de hoy, nuestro mejor día”