Budweiser compartió una imagen en Twitter de una bodega repleta de cervezas y el mensaje: “Nuevo día, nuevo tuit. El país ganador se lleva las Buds. ¿Quién lo conseguirá?”.
Esto, tras la prohibición de cerveza con alcohol en los estadios donde se realiza el Mundial de Qatar 2022.
Esta prohibición es un duro golpe para Budweiser, la cerveza oficial del Mundial, y además de suscitar un cuestionamiento sobre el verdadero control que tiene la FIFA de su torneo, deja abierta la posibilidad de una demanda.
El comunicado de la FIFA indicó que se seguirá vendiendo cerveza sin alcohol en los ochos estadios y en los 64 partidos.
Se podrá servir champaña, vino, whisky y otras bebidas alcohólicas en las zonas para personalidades de los estadios. Fuera de esos espacios, la cerveza de Budweiser era el único tipo de alcohol habilitado para los compradores de boletos.
Budweiser aún no emite una postura oficial desde la prohibición de alcohol en los estadios mundialistas. La cervecera tenía un contrato con FIFA por 72 millones de dólares, según Global Data.
Las ventas de Budweiser Zero, la versión sin alcohol de la cerveza, seguirán adelante en los estadios.
Sin cervecerías en la región, la compañía tuvo que enviar su producto a Qatar por transporte marítimo y luego encontrar un espacio de almacenamiento refrigerado para protegerlo del clima extremadamente caluroso.
Al trascender la noticia, Budweiser publicó un tuit en el que manifestó desconcierto: “Bueno, esto es incómodo”, sin entrar en detalles. El tuit fue borrado poco después.
Ab InBev, dueña de Budweiser, reconoció en un comunicado que algunos de sus planes “no podrán seguir adelante debido a circunstancias fuera de su control”.
La compañía con sede en Bélgica desembolsó decenas de millones de dólares en los mundiales por los derechos exclusivos de vender cerveza y ya había transportado la mayoría de su producto, de Gran Bretaña a Qatar, con la expectativa de venderlo a millones de aficionados.
El contrato de la compañía con la FIFA comenzó a partir del torneo de 1986 y las partes mantienen negociaciones con el fin de renovar el acuerdo para el próximo Mundial en Norteamérica, pero esto podría estar en riesgo por una potencial demanda.
Sin embargo, es poco probable que la compañía tome alguna acción legal. “Es raro que los patrocinadores demanden a los titulares de los derechos, especialmente cuando existe una relación a largo plazo”, dijo Alex Kelham, abogado de la firma londinense Lewis Silkin. “Es mucho más probable que este problema se resuelva internamente”.
El alcohol se podrá servir en hoteles, suites de lujo y residencias privadas durante el torneo. Budweiser prosiguió con su tarea de transformar un hotel de lujo en un colosal bar temático. Pero no saldrá barato: la botella normal de cerveza cuesta al menos 15 dólares.
Con información de El Financiero