Normalmente cuando escuchamos la palabra otoño, se nos vienen a la mente las hojas de los árboles amarillas o naranjas y como éstas caen en el suelo, formando una alfombra maravillosa. En esta estación sabemos que las horas de luz disminuyen, además de que la radiación solar es más débil, por lo que las plantas dejan de hacer la fotosíntesis.
Sin embargo, por otro lado, existen algunos árboles que en esta época del año florecen y nos muestran sus maravillosos colores radiantes. A continuación, mencionaremos cinco de ellos, los cuales son nativos de nuestro estado de Sonora.
Palo Santo: es un árbol silvestre de la familia de las convolvuláceas, mide de 1 a 4 metros, además, crece en forma silvestre en las selvas secas y bosques templados en varios estados de México. Es resistente al ambiente seco y crece en lugares de laderas. Es de los pocos árboles que pueden sobrevivir en ambientes deforestados y zonas perturbadas.
Este árbol da su floración de octubre a marzo. Las flores son blancas y son fuente de néctar del murciélago magueyero menor, de colibríes, y abejas, además, los pétalos caídos son alimento de vida silvestre.
Vinorama: es un árbol de 2 a 5 m de altura y es cultivado o fomentada como forrajera y para el control de erosión, sobre todo en suelos degradados. Es medicinal y se usa para curtir. Es la fuente de un aceite usado en la perfumería. Su flor es de color amarillo y es muy aromática. Esta floración se da desde noviembre hasta abril.
Torote Prieto: es una especie arbórea de América del Norte, perteneciente a la familia Buseraceae en el orden Sapindales. Es nativa del noroeste de México, bastante común en Sonora. Se suele usar la corteza y el tallo de este árbol con fines medicinales para tratar malestares como bronquitis, fiebre, resfriado, dolor de garganta. Florece durante los meses de agosto a diciembre y puede hallarse en cerros o colinas gravosas.
Clavellina: su nombre científico es Pseudobombax ellipticum, esta especie se encuentra desde el norte de México hasta regiones tropicales de Honduras. Es un árbol que llega a crecer hasta 9 metros de altura, sus flores son fuente importante de alimento para polinizadores. Destacan murciélagos como polinizadores primarios (nocturnos), calandrias, abejas y colibríes en menor medida. Las flores tienen enormes estambres color rojo y blanco unidos en la base, de pétalos largos y enrollados.
Cascalote: es un árbol de hasta 15 metros de altura, aunque frecuentemente sólo alcanza un porte arbustivo. Su tronco puede medir más de cuarenta centímetros de diámetro, y de él emergen ramas robustas, armadas de grandes espinas dispersas, verticalmente aplanadas y fuertemente recurvadas, recordando mucho a las de un rosa. La inflorescencia consiste en un racimo erecto, generalmente terminal, de hasta treinta centímetros de longitud, formado por numerosas flores de hasta doce milímetros de diámetro, de color amarillo pudiendo tener el estandarte más anaranjado. Florece principalmente en otoño e invierno. Se le atribuyen propiedades medicinales: la corteza y las hojas son astringentes; las flores son aromáticas y se les usa contra afecciones del corazón y dispepsias; las raíces se usan como antisépticos en las ulceraciones y contra la gangrena.
¿Y ustedes ya conocían estas especies?
Lic. Pamela Ibarra Dávila
Presidenta de Cultura Verde Amor por el Planeta A.C