Ciudad de México, 28 de agosto (SinEmbargo).– La entrada del artículo en The New York Times es ya una provocación: “Muchos monos son hábiles manipuladores de piedras y las utilizan para desenterrar raíces, cortar plantas y abrir una variedad de delicias, incluidas frutas y nueces. Pero algunos monos también parecen estar usando herramientas de piedra para algo más”.
Un artículo de la revista Ethology confirma lo anterior. Científicos informan que algunos monos frotan o golpean piedras alrededor de sus genitales con frecuencia, y que esto está asociado con signos de excitación fisiológica. En otras palabras, que los monos parecen participar en una especie de masturbación autodirigida y asistida por herramientas.
Camilla Cenni, estudiante de doctorado en la Universidad de Lethbridge en Canadá, quien realizó la investigación como parte de su disertación, sostiene que algunos de los ejemplos más conocidos del uso de herramientas por parte de animales salvajes giran en torno a la interminable búsqueda de vida o muerte para encontrar suficiente para comer.
Los chimpancés usan palos para recolectar termitas. Los cuervos usan ramitas para extraer larvas de los troncos. Las nutrias marinas usan piedras para aplastar caracoles.
Pero este nuevo estudio indica que los monos usan las piedras por placer.
No es el primer informe de masturbación asistida, dice The New York Times, por objetos en animales salvajes. Sin embargo, el trabajo de Camilla Cenni en Ethology es nueva evidencia de que existen animales que usan herramientas para darse placer. El estudio se basa en las observaciones de una población de macacos de cola larga que viven en libertad en o cerca del Santuario del Bosque Sagrado de los Monos en Ubud, una ciudad balinesa en Indonesia, donde los animales reciben regularmente comida de los humanos.
El estudio indica que tanto machos como hembras frotan las piedras en sus genitales o en su área inguinal. Científicos han observado que la frecuencia de esta práctica varía en ambos sexos y dependiendo de la edad. Los macacos jóvenes fueron los más asiduos en la masturbación con rocas, de acuerdo a lo analizado. Las hembras eran más exigentes al seleccionar las piedras que usaban.
Los machos jóvenes, por otro lado, dedicaban más tiempo a la actividad que los adultos. Los científicos sospechan que este último grupo sería menos partidario de la masturbación por tener más oportunidades de tener sexo con las hembras adultas.