El próximo 07 de julio es el Día Internacional de la Conservación de los Suelos, es por ello, la importancia de resaltar por qué el suelo sano es vital, ya que de ahí provienen los alimentos que comemos, así como el agua que bebemos.
El suelo nos proporciona el 95 % de nuestros alimentos, de ahí radica la relevancia y responsabilidad de cuidarlos. Cada día que pasa seguimos sin entender que somos un reflejo del entorno, así como del suelo en que vivimos, si este se ve dañado, nuestra salud se verá afectada o dañada de la misma forma.
Según la FAO, la pérdida de nutrientes del suelo es uno de los principales procesos de degradación de los mismos, que amenaza la nutrición y se reconoce como uno de los problemas más importantes a nivel mundial para la seguridad alimentaria y la sostenibilidad en todo el mundo.
Otro dato importante sobre el suelo, es que éste alberga más del 25% de la biodiversidad de nuestro planeta y solo se conoce el 1% de las especies de microorganismos que habitan en él. El suelo depende de la presencia de una vasta comunidad de organismos vivos para permanecer saludable y fértil: estos organismos constituyen la biodiversidad del suelo.
Por lo anterior, el suelo es un recurso vivo, las plantas y los animales por encima y por debajo del suelo dependen de los complejos procesos e interacciones que tienen lugar en el suelo y que permiten la vida en la tierra. Entonces, si el suelo es algo tan importante para nuestra supervivencia, éste debe ser protegido, restaurado y gestionado adecuadamente.
En México, los cuatro principales mecanismos de degradación del suelo son las actividades industrial, agrícola y ganadera, así como la urbanización, relacionadas sobre todo con la acción humana, las cuales disminuyen su productividad biológica y su capacidad actual o futura para sostener la vida de las personas. Los datos más recientes indican que 45 % de los suelos del país presentan algún tipo de degradación inducida por el hombre (SEMARNAT, 2015).
La contaminación del suelo es devastadora para el medio ambiente y tiene consecuencias para todas las formas de vida a las que afecta. Las prácticas agrícolas insostenibles reducen la materia orgánica del suelo y pueden facilitar la transferencia de contaminantes a la cadena alimentaria. Por ejemplo, el suelo contaminado puede liberar contaminantes en las aguas subterráneas que luego se acumulan en los tejidos de las plantas y pasan a los animales que pastan, a las aves y finalmente a los humanos que se alimentan de las plantas y los animales.
La destrucción de los suelos es causada por: la deforestación, el crecimiento demográfico, la expansión de las ciudades, la contaminación generada por los residuos, el cambio climático y las prácticas de manejo de suelo que son insostenibles.
Entonces ¿cómo podemos cuidar los suelos?
No arrojes productos tóxicos o residuos que generas en tu hogar al suelo.
Únete a campañas de reforestación.
No quemes desechos.
No arrojes colillas de cigarro al suelo, ya que las sustancias tóxicas que tienen, se filtran y contaminan mucho más de lo que pueda parecer a simple vista porque contiene distintos materiales pesados como, por ejemplo, el plomo y el cadmio son particularmente tóxicos para los humanos. Además, son causantes de incendios.
Lic. Pamela Ibarra Dávila
Presidenta de Cultura Verde Amor por el Planeta A.C