Columna Agenda Abierta
Arranca el mes de enero de este promisorio 2022 con 2 visiones diferentes de lo que pudiera estar ocurriendo durante el año con base en percepciones y realidades.
Las primeras fundadas en algunas mediciones demóscopicas, léase encuestas y las segundas con base en los registros, es decir, en los fríos números e indicadores.
Aparece esta semana en El Economista una encuesta levantada en noviembre pasado por Consulta Mitofsky, en la que se observa, como uno de los más relevantes resultados, que 75 % de los mexicanos consideró que este 2022 le iría mejor que el año pasado.
Esta cifra es menor a la obtenida el año anterior, en encuesta similiar levantada por la misma empresa, en la que 69% población decía respecto del 2021 que le iría mejor que en 2020.
En esa reciente encuesta también se le pregunta al mexicano, qué es lo más importante que espera le pase en el 2022, 23% señaló “ tener salud”, 14% “tener empleo” y 4.9% “que termine la pandemia”.
Es relevante checar las prioridades de la población en el año anterior.
Cuando se le preguntó a la gente qué esperaba del 2021, la primera respuesta fue “que termine la pandemia” con 21%, hoy la respuesta tiene apenas un 4.9%, y en segundo lugar “activar la economía” con 16.3%, hoy reflejado con 14% de la población.
De este ejercicio se puede concluir que la gente modificó su percepción y aspiraciones en este año, pasando su deseo de que “acabe la pandemia” del primer lugar -como lo pidió para 2021- a “tener salud”, pero manteniendo en segundo lugar “tener empleo” o bien, “que mejore su economía”.
Hasta aquí las percepciones.
Respecto a los registros, más cercanos cientificamente a la realidad, podemos referir dos temas, la seguridad y la economía.
En el primero, destaca de manera relevante el reporte de Causa en Común sobre atrocidades. Entendidas estas, como su nota metodológica lo señala, como “… el uso intencional de la fuerza física para causar muerte, laceración o maltrato extremo; para causar la muerte de un alto número de personas; para causar la muerte de personas vulnerables o de interés político, y/o para provocar terror…”
El reporte, que sólo considera lo ocurrido entre enero y octubre de 2021, señala que derivado de 3 mil 492 notas periodísticas sobre eventos se registran 4 mil 527 atrocidades que involucraron a 6 mil 787 víctimas.
A mayor abundamiento, en el reporte se identifica la comisión de 459 masacres, la localización de 520 fosas clandestinas, el reporte de 700 mutilaciones, descuartizamientos o destrucción de cadáveres, la aparición de 321 calcinamientos y la existencia de 924 casos de tortura, entre otras atrocidades más.
Estos números, así como los reportes mensuales del Secretariado Ejecutivo de Seguridad, muestran que el tema de seguridad requiere de un esfuerzo extraordinario y la participación de todas las instancias.
Por otro lado, en el rubro económico el promedio de los especialistas privados prevén un crecimiento de sólo 2.8%, muy por debajo de las proyecciones del Gobierno federal de entre 3.6 y 4.6% plasmadas en los Criterios Generales de Política Económica para el PEF 2022.
Incluso, algunos especialistas independientes vaticinan ya que el crecimiento en México este año será menor al 2%.
Por otra parte, los precios seguirán fuera de control, ya que se espera que la inflación este año sea de 4.2%, por segundo año consecutivo arriba del rango objetivo del Banxico de México de entre 2 y 4%.
Hay una serie de factores de riesgo que podrían disminuir el crecimiento para 2022: a) Que se aprueba la reforma eléctrica en los términos del Gobierno federal y esto mine más la confianza de los inversionistas en el país; b) Un menor crecimiento económico en EEUU, producto del alza de las tasas de interés en ese país; c) Que se alargue la escasez de chips y componentes electrónicos, afectando a la industria mexicana, sobre todo la automotriz; y d) Que se agudice la inflación, ya que esta erosiona el consumo e inhibe la inversión y la planeación de las empresas.
Paralelamente, hay en el ambiente un “dejo” de incertidumbre que influye en algunos grupos empresariales, analistas, expertos e inversionistas, así como en algunos segmentos de la población, por el intento de impulsar 3 reformas constitucionales.
La iniciativa de reforma del sector eléctrico que impactaría, de acuerdo a los expertos, la economía, la inversión y la confianza; la iniciativa de reforma para integrar la Guardia Nacional a la Sedena, que incrementará los niveles de letalidad y la ausencia de respeto a los derechos humanos, sin reducir los niveles de violencia, como lo han señalado juristas y académicos; y la iniciativa de reforma electoral que, como ha sido analizado y señalado por diversas instancias, reduciría las capacidades del INE, vulnerando la democracia y poniendo en riesgo la certeza del proceso electoral del 2024.
Por Moisés Gómez Reyna
@gomezreyna