El Instituto Nacional de Migración aseguró que el diálogo que sostienen con las personas que integran la caravana migrante que partió de Tapachula, Chiapas, no se ha roto y acusó a los líderes de la misma de negarse a aceptar las propuestas para mejorar las condiciones de las personas en movilidad.
A través de un comunicado reiteró su disposición de atender las necesidades de estas personas se mantiene, con el objetivo de salvaguardar su integridad física.
Detalló que a la fecha se han sostenido dos reuniones con la presencia de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y su símil estatal, así como con el líder de la organización Pueblo Sin Fronteras, Irineo Mujica Arzate, y el coordinador del Centro de Dignificación Humana A. C., Luis Rey García Villagrán.
“Ambos, que se han autonombrado representantes de la caravana, escucharon el ofrecimiento de la autoridad migratoria para emitir tarjetas de visitante por razones humanitarias a los grupos vulnerables integrados por mujeres embarazadas, menores de edad, personas con discapacidad y enfermas, bajo los principios de respeto a la unidad familiar, salvaguarda de los derechos humanos y cuidado a su integridad”.
Además, el instituto planteó trasladar a las personas migrantes a diversos estados del país para brindarles atención en sus trámites, así como proporcionarles alojamiento en albergues de puertas abiertas y alimentación.
Cabe resaltar que se propuso otorgar residencia permanente a los migrantes con resoluciones definitivas de refugio emitidas por la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
Durante las conversaciones, a nombre de la población que integra la caravana, ambos líderes rechazaron las propuestas con el argumento que su objetivo es que quienes integran esta caminata, se regularicen en el lugar en el que se encuentren, sin considerar que operativamente no es posible debido a que los recursos tecnológicos se encuentran en las oficinas de representación, agregó el INM.
Por lo anterior, hizo un llamado a la responsabilidad que conlleva dirigir a una marcha a las personas migrantes en medio de condiciones adversas de temperatura, falta de espacios seguros para pernoctar y desgaste físico, de manera especial ante la presencia de mujeres embarazadas, niñas, niños y adolescentes.
De acuerdo con el conteo de las autoridades migratorias, habría aproximadamente mil 200 personas en el contingente.