La vida no deja de sorprendernos, cada día que estamos transitando en este viaje podemos darnos cuenta si prestamos un poco de atención como cada día es diferente.
Aún cuando pareciera lo mismo, tuviéramos contacto con las mismas personas, mantuviéramos las mismas actitudes y creencias, esperáramos lo mismo; hoy sin duda es distinto que ayer.
El ir acumulando creencias y valores de lo que si puedo, quiero y debo hacer; y de lo que no debo, puedo y quiero hacer; sin duda nos lleva a generar estructuras mentales que pueden limitarnos o impulsarnos.
Pero además, esto puede generar alteraciones en nuestras formas de reaccionar ante los estímulos internos y externos; encontrándonos así con afectaciones desde lo mas sencillo como ir o no ir a un lugar, hasta lo mas complicado como es aprender mejores formas de relacionarnos con nosotros mismos y con los demás.
Es importante darnos cuenta hasta donde podemos en un momento dado responder con un si o un no ante una situación; hasta donde nuestra capacidad interna nos permite discriminar conscientemente si lo que nos esta sucediendo o nos están proponiendo es para bien o no es para bien; si lo aprendido nos es una herramienta efectiva para nuestro desarrollo integral como personas o nos va a detener.
Cuantas veces nos hemos equivocado al tomar una decisión, lo más importante incluso es como podemos reconocer si fue un acierto o desacierto la decisión tomada, ya que el efecto final mucho dependerá de nuestras reacciones y diálogos internos.
Es necesario por lo tanto, primeramente reconocer que la responsabilidad de elegir la tenemos cada quien de forma individual y la decisión es como una habilidad de responder ante una realidad, nuestra realidad, porque es lo que nosotros vemos o creernos como la mejor opción.
Muy importante también tener lo mas posible claridad de la responsabilidad que implica por las repercusiones y alcances que puede traernos, los cuales pueden ser positivos o negativos.
“Acepta la responsabilidad de tu vida. Debes saber que eres tú el que te llevará a donde quieres ir, no hay nadie más”. Les Brown.