Hermosillo, Sonora.- El sector ganadero sonorense estima pérdidas a la fecha de más de 300 mil cabezas de ganado debido a la sequía, cifra que podría aumentar a 400 mil para el próximo mes de julio, lo que representa una disminución del 40% en su producción.
Rubén Molina, secretario de la Unión Ganadera Regional de Sonora (UGRS), dijo que no solo se trata de mortalidad del ganado por falta de agua y comida, sino por la subasta y venta que han hecho los ganaderos a otros estados que puedan darles un mejor mantenimiento.
La sequía actual es el reflejo de la falta de lluvias en el verano de 2020, situación que se sumó a la temporada de estiaje, agregó.
“La sequía en Sonora está en el peor momento desde que existe registro, no ha habido una peor que esta”, aseveró Molina, “esta sequía no nos está cayendo por sorpresa, sabíamos que esto se iba a presentar y ahorita estamos en lo más dramático, en la temporada más crítica: hay mucha mortalidad de animales, pero también fuga de ganado a otros lugares y que se está vendiendo a precios en los que se pueda colocar en el mercado”.
De acuerdo con el Monitor de Sequía en México de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), no hay espacio en Sonora que no haya sido afectado por la sequía.
Con corte al 15 de abril de 2021, al menos el 39.6% del territorio, se encuentra en sequía extrema, mientras que el 38.7% está en sequía severa; en la categoría más grave, la de sequía excepcional, se encuentra el 4.1% del suelo sonorense y se concentra principalmente en la frontera norte.
“Si tú eres ganadero de esto, es como si a alguien le redujeran el 40% sueldo”, explicó Molina, “un ganadero que pierda o se deshaga de un 40% para rescatar al resto, reducirá en potencia sus ingresos en el próximo ciclo; es muy serio, la ganadería está arraigada en todo el estado, aunque también haya minería y pesca. En las zonas rurales y los municipios serranos, el PIB se compone de ganadería en mayor parte, entonces, también se ven afectados comerciantes locales y todas las personas con la derrama en el pueblo, es una cadenita”.
Molina recordó que antes se contaba con apoyos federales y fondos de aseguramiento que eran importantes para estas temporadas y que hoy no existen.
“Antes teníamos una serie de apoyos que eran muy valiosos y no me refiero a los astencistalistas, el ganadero no es de pedir, no es pediche, es muy organizado a nivel estado”, explicó, “por ejemplo, nosotros teníamos un seguro para sequía en 2017 y 2018, que también hubo una que consideramos muy severa hace tres años, pero esta ya la rebasó; esperamos que no haya otra, pero tenemos que estar prevenidos, no reactivos. Nada más en ese año se repartieron 30 millones de pesos en cinco municipios con sequía extrema y son recursos que salieron de la bolsa de la aseguradora; ahorita las estimaciones en la Unión, si se estuviera detonando, se estarían repartiendo más de 300 millones de pesos, ahorita son 40 municipios en sequía extrema y cinco en excepcional”.
La UGRS actualmente cuenta con más de 30 mil agremiados dispersos en Sonora.
“El costo no nada más es cuántas se murieron, sino las que quedaron ¿cuándo se van reponer, cargar, parir y que empieces a recibir algo? No porque venga el agua significa que se resolvió el problema”, concluyó Molina, “vienen lluvias y queda esperar que se reponga, es una época muy dura para la ganadería: entre la sequía, la economía y el covid-19, ha sido una época muy difícil y el ganadero está dando la cara, comportándose a la altura”.